miércoles, 18 de septiembre de 2013

De visita en el Tor des Geants

Llevaba un par de semanas acojonado escaneando la rodilla cada dos por tres... por fin hoy me he atrevido a correr 45 minutillos (aunque al trote cochinero) y no ha habido ninguna molestia, así que tras esta pequeña victoria moral me animo a mantener con vida el blog en estas semanas de impás. Tranquilos que no voy a hacer una crónica sobre mis 45 minutos de rodaje...

Después de estar la semana pasada asistiendo a un curso de formación enteramente en francés y sobre algo de lo que no tenía ni idea, llegué el viernes por la noche a mi nuevo apartamento de Lyon con el agradable recibimiento de una vivienda todavía sin electricidad. La perspectiva de pasar un fin de semana sin luz, sin nevera y sin agua caliente me hizo buscar rápidamente una mejor alternativa. Así que me puse rumbo a los Alpes, que ahora me quedan atractivamente cerca, y me planté en Courmayeur. Allí acababa el sábado la que mucha gente considera como la carrera de montaña más dura del mundo, el Tor des Geants, en la que participaban varios amigos con los que pasé un fin de semana en pleno ambiente de trail running. La carrera acababa el sábado y había empezado el domingo anterior, así que los que no la conocéis, podéis haceros una idea de qué pie calza el animalico.


El Tor des Geants es una carrera que se viene disputando desde el año 2010 en el valle de Aosta, en el extremo noroeste de Italia. El recorrido tiene unos números oficiales que quitan el hipo: 330kms y 24000 metros de desnivel positivo (aunque los relojes del personal llegan a marcar hasta 342kms y casi 27000 metros de desnivel positivo). Se trata de un enorme bucle con salida y llegada en Courmayeur, a los pies de la cara sur del Mont Blanc. La primera parte discurre por la Alta Via 1, que cruza diversos collados de hasta 3290 metros a través de la zona del Gran Paradiso. Una interminable bajada lleva hasta Donnas, en el fondo del valle y sobre el kilómetro 150 de recorrido, donde se empalma con la Alta Via 2 para volver hasta Courmayeur cruzando infinitos valles en las vertientes sur de montañas como el Monte Rosa, el Cervino o el Gran Combin. Es una carrera diferente, en la que entran en juego factores diferentes, el más importante de los cuales probablemente sea la gestión del sueño. Efectivamente se trata de una carrera en la que se invierten desde las 70 horas de los primeros, hasta las 150 que marca el reglamento como límite para completar el recorrido, por lo que es imposible hacerlos del tirón y todo el mundo tiene que diseñar su estrategia para descansar el tiempo adecuado en el momento oportuno. Para ello hay 6 puntos intermedios donde además de encontrar la bolsa personal de material, hay una serie de camillas donde el que quiera puede echarse a dormir el tiempo que crea conveniente. Además, en cualquiera de los numerosos refugios que sirven de avituallamiento está permitido dormir un máximo de 2 horas (aunque en la práctica este límite no se aplica en muchos casos). Todos estos números y normas más un entorno alpino espectacular, dan como resultado una aventura personal que marca un antes y un después en todos los corredores que se lanzan a por este reto. Y entre estos corredores varios compañeros de otras batallas. Albert, David y Joel, que se marcaron auténticos carrerones.

Ahí os dejo algunos vídeos para ilustrar un poco el evento:
El vídeo presentación de este año (17min, para el desayuno...)
http://www.youtube.com/watch?v=8zZkyN5WZi8
La llegada de este año (2 minutillos, enorme detalle de Óscar Pérez):
http://www.youtube.com/watch?v=TsBtl9RVwW0
Y la del año pasado (buena entrevista a Óscar):
http://www.youtube.com/watch?v=SIoq_jzw2hs
Para los freaks/masocas (2 horas y cuarto de Tor):
http://www.youtube.com/watch?v=X7B1ZZsUkfs

Y como estoy lanzado, os voy a meter uno que me quedó grabado. En el año 2011, Marco Gazzola fue descalificado tras haber llegado en primera posición por saltarse sin querer el último control después de 76 horas de carrera. Llevaba 4 horas de ventaja sobre el segundo. Vale la pena ver cómo se toma la historia, la viva imagen del "fair play":
http://www.youtube.com/watch?v=oNbysFSpUpA

Este año la carrera estuvo marcada por la tragedia durante la primera noche de carrera, con un tiempo meteorológico adverso que hizo que uno de los participantes, el chino Yuan Wang, tuviera un accidente que acabó con un fatal golpe en la cabeza que le costó la vida. Uno de esos sucesos que le recuerdan a uno los peligros que existen en la montaña y mantienen activo el respeto y el cuidado que se ha de tener con ella. En un ambiente difícil para la organización, pero con el resto de corredores inmersos en su aventura personal y desconocedores del drama en la parte trasera de la carrera, la competición siguió adelante deparando bonitas luchas por la victoria tanto en categoría masculina como femenina.

Entre los chicos la carrera estuvo encabezada casí todo el tiempo por Iker Karrera, pero en los últimos kilómetros llegó por detrás Oscar Pérez, ganador del año pasado, que acabó entrando a escasos 25 minutos, que sobre las 70 horas que tardaron (70h4' Iker, 70h29' Óscar), no es más que un suspiro. Dos pedazo de corredores que representan dos maneras de correr. Iker encarna la concentración, la meticulosidad en la preparación y el desarrollo de la carrera. Óscar, que como siempre explica corre sin reloj, representa una cierta despreocupación, un punto de vista místico de la montaña y las carreras, aunque la competitividad que nos surge a todos al ponernos el dorsal y una clase como la de muy pocos, hace que en todas las carreras esté o luchando por la victoria o ganando sin luchar. Evidentemente esto es una impresión mía, que saco de lo que observo y lo que les he oído contar, pero como estamos en familia me tiro a la piscina. Con ellos he experimentado también una de las grandes cosas que tiene este deporte y es que la élite está formada por gente mayoritariamente sencilla y con la que puedes hablar de igual a igual sin tener la sensación de estar amargándoles la tarde.

En chicas la cosa estuvo entre Francesca Canepa y Nerea Martínez. Hacia el kilómetro 200 parecía que Nerea llevaba mejor dinámica, pero se ve que se despistó en un cruce y perdió algo de tiempo. Seguramente a esas alturas ese inconveniente también te corta el rollo bastante y te vienes un poco abajo mentalmente. Por otro lado corrió el comentario de que la italiana había hecho "sorprendentemente" rápido el tramo entre Gressoney y Valtournenche (km 200 - km 236). Como soy un enfermo de los números me he puesto a comparar y efectivamente, después de llegar al kilómetro 200 con 12h22' de retraso sobre Iker Karrera, este tramo de 36 kilómetros lo hizo 1h15' más rápido que Iker, sin que este se parase a dormir (que yo sepa) ya que se había parado justo antes en el km 186. 

Si miramos el tramo anterior entre Niel y Gressoney (14kms), Nerea lo hace en 3h47 (15' más rápido que Iker porque éste se ha parado a dormir) mientras que Canepa emplea 4h54', así que parece que lleva un globo considerable. En Gressoney Nerea descansa 32', por 1h26' de la italiana y ahí empieza la remontada. Las malas lenguas hablan de viajecitos en coche... Siguiendo con el rollo detectivesco, si miramos con detalle el tramo la verdad es que hay un trozo de unos 2kms al salir de Gressoney en los que te pueden ahorrar 20 minutos y una carreterilla al acabar la primera de las dos bajadas que hay en el tramo, entre Cuneaz y Saint Jaques donde también te pueden ahorrar un par de kilómetros. El hecho de que fuera de noche también podría ayudar a cualquier maniobra clandestina. Y se acabó el rollo, que viene a cuenta de una conversación que tuvimos por allá. Esto son datos. A partir de ahí, si el descanso en Gressoney le sirvió a Canepa para hacer un reset y salió con las pilas renovadas o si hubo alguna cosa irregular por ahí enmedio, cada uno que piense lo que quiera.


Lo cierto es que se habló también, en general, de gente que acompañaba a corredores durante la noche, facilitando la concentración y a veces llevando la mochila, asistentes que proporcionaban los bastones en el momento adecuado... todo eso básicamente entre los corredores locales que son los que tienen más conocidos cerca y por tanto más acceso a ese tipo de ayudas. En fin, esto nos llevaría a otros debates sobre si permitir o no la asistencia externa en los avituallamientos, que te den material en un momento determinado, el tema de los acompañantes (que en Estados Unidos en cambio está totalmente permitido y generalizado). Pero bueno, los dejamos para otro día, porque da para un post entero...


La idea con que me quedo de la carrera es la de una aventura espectacular, por unos paisajes increibles y que, a juzgar por las caras de los corredores al llegar a meta, representa una experiencia personal como pocas. Lástima que mucha gente piensa lo mismo y el número de pretendientes ha hecho que la inscripción pase por un sorteo previo. Pero bueno, un año u otro tiene que caer...

Lo dejo con un pequeño homenaje al pleno de Finishers y pleno de carrerones que se marcó el equipo (Alberto te la he robado...;-))

Besos y abrazos

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