jueves, 27 de febrero de 2020

Barkley: un objetivo especial

El 10 de junio de 1977, James Earl Ray, culpable del asesinato de Martin Luther King, se escapó de la cárcel de Brushy Mountain State, en el estado de Tennessee (EEUU). Después de una exhaustiva búsqueda por las montañas de los alrededores, la policía encontró a James 54 horas más tarde. Había recorrido sólo 8 millas a través del bosque... Gary Cantrell, un jovenzuelo de Memphis, estaba tomándose unas cervezas con unos amigos viendo las noticias por televisión... "En ese tiempo podría haber hecho 100 millas". Este fue el origen de la Barkley 100.

En 1986 Gary, que a lo largo de los años adoptó el pseudónimo de Lazarus Lake, organizó la primera edición de la Barkleys. La carrera consistía en dar tres vueltas a un recorrido sin marcar por el interior del Parque Natural de Frozen Head, donde se encuentra la cárcel de Brushy Mountain State. Cada vuelta tenía una longitud de unas 20 millas, un desnivel acumulado inusualmente elevado, unos 3000 metros positivos por vuelta, y unos tiempos de corte exigentes para las características de la carrera. Las dos primeras ediciones no dieron lugar a ningún "finisher" de entre los 30-40 corredores que se enfrentaron a la aventura. En 1988, Ed Furtaw se convirtió en el primer vencedor de la carrera al ser capaz de acabar las tres vueltas. La reacción a esta cierta "derrota" de la prueba fue dar una vuelta de tuerca y proponer el reto de realizar un total de cinco vueltas, llegando a la mítica cifra de las 100 millas. A lo largo de los años, el espíritu excéntrico y original de los organizadores fue moldeando la carrera hasta convertirse en lo que es hoy. Estas son sus surrealistas características:

- 5 vueltas a un recorrido que en teoría tiene 20 millas pero que con los cambios que ha ido teniendo se estima que tiene unas 26 millas (42 km aprox., total 210 km).
- El desnivel total también es un misterio, aunque las estimaciones más verosímiles le asignan entre 20000 y 22000 metros de desnivel positivo para el total de las 5 vueltas.
- El tiempo límite para realizar todo el recorrido son 60 horas, y tienes una limitación también para cada vuelta (12h para empezar la 2ª vuelta, 24h para empezar la 3ª, 36h para la 4ª y 48h para empezar la 5ª)
- El recorrido no está marcado. Tienes que ir con el mapa y con la brújula e ir siguiendo las indicaciones de una descripción un tanto "alternativa" que te da el organizador.
- No hay avituallamientos más allá de la asistencia que puedas tener en el campamento al finalizar cada vuelta. Simplemente se instalan dos puntos de agua a lo largo del recorrido.
- Para verificar que los corredores realizan el recorrido correcto, deben encontrar una serie de libros que la organización ha dejado por el camino, y arrancar la página correspondiente al número de dorsal. Al acabar la vuelta Lazarus certifica que has recogido todas las páginas y te da un nuevo número de dorsal, para que arranques la página correspondiente en la vuelta siguiente.
- La hora de la salida no se sabe. Sabes que va a ser entre medianoche y mediodía de un día concreto, pero no la hora exacta. Una hora antes de la hora elegida, Lazarus hace sonar una caracola de mar (tal cual...) en el campamento y los corredores saben que han de prepararse para salir.
- Las vueltas se hacen en sentido alternativo, horario y antihorario, excepto la última. En la rara ocasión en que más de un corredor llega a la 5ª vuelta, el primero en llegar escoge sentido, el siguiente tiene que seguir el opuesto, el siguiente el mismo que el primero, etc.
- No hay arco de salida, ni pistoletazo ni nada que se le parezca. Se sale de una (ya mítica) valla amarilla que cierra el paso de vehículos a una pista forestal y la carrera empieza cuando Laz se enciende un cigarrillo.
- El proceso de inscripción es secreto. No hay web, no hay información, no hay nada. Debes investigar, preguntar, suplicar, indagar... hasta descubrir la manera de solicitar la admisión en la carrera. Una vez descubres la manera, tienes que enviar una carta-redacción con el título "Why I should be allowed to run Barkleys" ("Por qué debería ser admitido para correr la Barkleys"). De entre las 1000 y pico personas que consiguen enviar la carta cada año, sólo 40 son elegidos para participar.
- Si eres elegido, recibes una carta de condolencias con el pésame.
- El precio de la inscripción es... 1,60$. Eso sí, tienes que llevar una matrícula de coche de tu país. Bueno, eso si eres novato, o "virgin" como dicen ellos. Si eres "veteran" tienes que llevar, una camisa, o unos calcetines, o lo que se antoje a Laz cada año.
- Uno de los puntos singulares del recorrido es el paso por un túnel que atraviesa por debajo la carcel de Brushy Mountain State. Por lo demás, aproximadamente un tercio de la ruta es por camino bueno, un tercio por camino malo y un tercio campo a través.
- Si consigues acabar tres vueltas en 40 horas no eres finisher, pero se considera que has completado el llamado "Fun Run" (trote divertido).
- El tiempo en Frozen Head se caracteriza por ser especialmente malo y cambiante. Puedes tener calor y estar bajo cero en el mismo día, caer lluvia o nieve y un sol agobiante al cabo de un rato.

Con este panorama, la tasa de éxito en la carrera es excepcionalmente baja. En las 33 ediciones de la carrera, únicamente 15 corredores han conseguido terminarla. Los corredores más destacados son Jared Campbell, que la ha terminado 3 veces (2012, 2014 y 2016) y Brett Maune, que la ha acabado en dos ocasiones y una de ellas con el actual récord de la prueba (52h03', 2012). El problema añadido es que cada vez que ha acabado algún corredor, la carrera da una vuelta de tuerca y se añade dificultad para el año siguiente. El ultimo corredor en acabar fue John Kelly, que en 2017 completó el recorrido en unas 59h30. Ese año se dio uno de los episodios más dramáticos de la historia de la carrera, cuando Gary Robbins llegó a la meta en 60h... y 6 segundos. No fue finisher... El vídeo de su llegada es desolador:
https://www.youtube.com/watch?v=c9gtMCF5hJs

Si queréis una versión más extendida de la historia de Gary Robbins en la Barkleys, aquí va un buen documental, "Where Dreams go to Die:
https://www.youtube.com/watch?v=NDZdsqbcGTU

Más atrás en el tiempo, la carrera se hizo famosa a raíz de un documental sobre la edición de 2012. Esta película ha estado hasta hace poco en Netflix ("Barkley Marathons, the race that eats its Young"), pero recientemente la quitaron, no se si porque este año se hace algo similar por parte de HBO (desconozco los entresijos de estas batallas comerciales). En cualquier caso, en Youtube sigue estando el documental: 
https://www.youtube.com/watch?v=KotfoHDFO4E
(además subtitulada en turco, qué más queréis...)

Youtubeando podéis encontrar un porrón de vídeos, entrevistas, comentarios, youtubers que hablan de cualquier cosa... Yo me los he tragado casi todos, algunos de ellos varias veces. Creo que de todos los momentos visionados, me quedo con un comentario de Laz en uno de los momentos del documental de Netflix:
"If you want to face a real challenge, it has to be a real challenge, and you can't accomplish anything without the possibility of failure"
(básicamente, no hay reto real sin la posibilidad del fracaso)

Creo que esta frase resume el atractivo que despertó en mí esta carrera cuando empecé a oír hablar de ella hace unos años. La idea de empezar una carrera, no buscando un tiempo o una posición, sino enfrentándome a la incertidumbre de si voy a ser capaz de acabarla. Un poco como cuando hace ya casi 10 años me planté en la salida del Ultratrail de Andorra (la versión "Mític").
Persiguiendo esta idea he estado años indagando, preguntando a gente, lanzando mensajes por Facebook que eran ignorados por sistema... Hasta que el pasado mes de septiembre, después de la Swiss Peaks, Étienne, el chico francés con el que compartí tantos kilómetros me dijo... "Espera... tengo un amigo que igual sabe algo...". Y ahí apareció un hilo del que tirar, que junto con otros contactos que me permitieron contrastar la información, me desvelaron el secreto y pude enviar mi carta de motivación.
Ahí venía el segundo paso, quizá aún más difícil que el primero. 40 invitados entre … 1000?...1500?... Y además contando que muchos de los que ya han ido quieren repetir y lo tienen más fácil... Tenía que dar con la tecla, escribir algo diferente, llamar la atención... En una oda al frikismo como es esta carrera, tenía que mostrar mi lado freak... En una combinación de larga distancia y orientación, tenía que fliparme y mostrar virtudes en ese sentido que le hicieran pensar a Laz "mira este imbécil flipado, vamos a dejarle correr para que se la pegue". Y la frase del documental que era especial para mí... tenía que colarla de alguna manera. Una mañana, sentado en el tren regional, le di forma a las ideas:

"Dear Lazarus,
I'm Albert, from Spain, Physicist, civil engineer and a lover of mathematics, mountain running, salsa dancing and Mesopotamic history. There are three main reasons why I should be allowed to run Barkley.
First, I have very special combined abilities concerning long distance mountain running and orienteering. I was first in Ronda dels Cims (170km, 13500 mD+) in Andorre (well known by Jared Campbell) in 2018 and I recently finished third in Swiss Peaks (369km, 26000 mD+). On the orienteering side, I was first in Europe Rogaining Championships in 2017. With all that, I think I'm a very good candidate for being the first Spanish to succeed in Barkleys.
Also, I'm quite tired of facing races wjere I'm sure I will ne able to finish unless major accident. I desperately need to face a real challenge, and as you say, there's no challenge without the possibility of failure. I'm really determined and I'm sure that won't be my case but just having a slight feeling of uncertainty provides some wonderful adrenaline to the Project.
Last, mathematics definitely says it. BARKLEYS has three letters, "K", "Y" and "S" which are not included in my name, ALBERT. These letters are, respectively the 11th, 25th and 19th letters of the alphabet. If you add and multiply alternatively the digits of these numbers, you get 2, 10 and 10 as a result. It's evident now that if you add 10 plus 10 de result is "Two twenty" so two times twenty. Here is the first "twenty". Where is the other one? In letter "T", which is the 20th letter of the alphabet and the only letter in my name which is not included in BARKLEYS. Therefore, I'm definitely supposed to run Barkleys in 2020.

Cheers,

Albert" 

Cual fue mi sorpresa cuando unos días más tarde recibí la ansiada carta de condolencias.

Desde entonces todo mi preparación ha girado alrededor de esta carrera. No sólo desde el punto de vista físico, sino también intentando averiguar el máximo de detalles sobre la carrera, viendo vídeos, intuyendo los mapas que salen en ellos, analizando el tipo de vegetación, escuchando a los que acaban, a los que no acaban, preguntando a gente que ha estado...
Entrenos en modo hámster en la máquina de escaleras del gimnasio mientras me trago por enésima ves cualquiera de los vídeos que os he puesto arriba, sesiones de spinning formando charcos bajo la bici, series en montaña, series en llano, series en las escaleras... Creo que nunca había estado tan motivado para una carrera, nunca había entrenado tanto y a conciencia, y lo cierto es que me encuentro en forma, quizá con mejores sensaciones que nunca. Aún así, sé que hay muchas probabilidades de que no sea capaz de acabar, pero lo cierto es que el camino ya está valiendo la pena. A finales de marzo nos vamos para allá, una semana. Me acompaña Dani, un amigo que se ofreció a acompañarme y ayudarme con la asistencia. Consiga lo que consiga, habrá sido imposible sin su ayuda. El objetivo es el de siempre: acabar con la sensación de que he gestionado bien mis recursos. No espero un resultado concreto, vale más ser dueño de tu silencio que esclavo de tus palabras. Tengo ganas de estar en esa línea de salida, que Laz encienda el cigarrillo y lanzarme a la aventura. Como diría Aurelio, "Felices y con ilusión".

Besos y abrazos




sábado, 8 de febrero de 2020

Ultratrail Montnegre Corredor


Muy buenas!

Tercer finde seguido de actividad y tercer finde seguido de crónica. Parecen los viejos tiempos... :-p

Siguiendo con la carga de volumen de este mes de enero, el bloque de tres semanas fuertes tenía que acabar con la participación en el Ultratrail Montnegre Corredor. El menú previsto, 105 kilómetros con unos 4000 metros positivos por la zona del Maresme norte, a unos 50 kilómetros de Barcelona. A falta de pruebas con terreno montañero y desnivel a estas alturas de temporada, era una buena oportunidad para hacer una carrera larga y seguir acumulando kilómetros. No obstante, los estragos causados por el temporal Gloria dejaron varias pistas fuera de servicio y eso comprometía la seguridad por problemas en las vías de evacuación, motivo por el cual la organización decidió anular la distancia Ultra y condensar a todos los corredores en la distancia Half. El nuevo plan: 48 kilómetros con 1600 metros de desnivel positivo. Unos números que sugieren un recorrido bastante rápido y corredor, con salida en Arenys de Munt y llegada en Vallgorguina, en el lado sur y norte de la Serralada Prelitoral respectivamente.

En el lado positivo, toca madrugar menos y en lugar de salir a las 5 de la mañana el toque de campana es a las 9h45. Tras dejar el coche en la meta, un autobús nos traslada por las curvas de la carretera de Arenys, que el conductor negocia como puede. Ya en la salida me encuentro con mi equipo de apoyo incondicional, que hoy está formado por mis padres y Mònica. Ante la previsión de ritmo rápido caliento un poquillo, para no ahogarme a los 200 metros. Las sensaciones de los entrenos son buenas, pero lo cierto es que no estoy enfocando mucho en este tipo de esfuerzos así que no conviene emocionarse. Además, al juntar las dos pruebas es de prever que haya unos cuantos galgos en el cartel de salida. Entre ellos, Aitor Leal, un corredor vasco que hacía tiempo que no tenía ubicado, pero que hace unos años tenía algunos muy buenos resultados.
Cuenta atrás, y salimos por una pista que empieza a subir desde el minuto cero. Busco mi ritmo en medio del típico vaivén de corredores que van luchando por las posiciones. Si no recuerdo mal, el recorrido pintaba que había un buen tramo por pista, así que no hay que temer por atascos... Mejor buscar un ritmo homogéneo y evitar calentones que me saquen de punto. Enseguida veo que hay 4 o 5 corredores que, o bien han salido de farol, o bien llevan un ritmo claramente superior al mío. Echo un vistazo al pulsómetro... Efectivamente, no tengo que pasar de aquí... Nada pues... Echo números y me quedo entre las posiciones 6ª y 8ª, junto con un corredor de Tarragona, Toni Calderón (que conozco de vista de hace algunos años), un chico larguirucho y otro corredor que se descuelga del grupo cabecero. La carrera va alternando repechos con tramos llanos y cortos toboganes, pero globalmente tiende a subir. El chico larguirucho lleva un punto más y se va hacia delante. Llegamos a la zona más alta y cogemos algún tramo de sendero. Alcanzamos al chico que se había descolgado, que se descuelga todavía más, pero a cambio en una bajada aparece otro corredor lleno de tatuajes que baja como un tiro, así que seguimos siendo las posiciones 6ª-8ª, alternándonos entre nosotros.
A la hora de carrera o así pasamos por el primer avituallamiento. No hay ni ademán de parar. Lo cierto es que se confirma lo del ritmo de carrera... De momento, excepto unos metros que había un socavón en medio del sendero, he podido correr todo el rato, y en el llano y bajada nos ponemos a 4'/km y la peña sin levantar la ceja. Yo noto que a la que el terreno se pone para arriba voy algo mejor que mis compañeros. En un momento dado Toni Calderón cede y desaparece de repente, con lo cual nos quedamos el chico de los tatuajes y yo. Cuando el terreno lo permite charlamos un poco para romper el estrés de la carrera. La tónica sigue en este segundo tramo, alternando cortos repechos, tramos de pista, y tramos de sendero desbrozado donde tienes que ir con cuidado para no dejarte la cabeza en una rama. La cabeza no, pero la gorra la estoy a punto de perder un par de veces. Observo con satisfacción que en las bajadas cada vez me cuesta menos seguir el ritmo del compañero. En una de ellas decido mantenerme en cabeza y veo que no me hace luces, con lo cual parece que nuestro ritmo se ha acompasado. En el siguiente repecho aprieto un pelín y saco algo de distancia, intentando consolidar la 6ª posición. Tras el repecho las cintas me guían por una serie de pistas que me van acercado al pueblo de Dosrius, a donde llego en 2h4', buen parcial para los tiempos que tenía vistos. Cruzo el pueblo por el cauce del río, y llego al avituallamiento, que está a la salida.
Allí tengo al equipo esperando. Me acabo el bidón de Tailwind y lo cambio por otro. El de agua me lo quedo porque está casi lleno. En 5 segundos lo tenemos resuelto y sigo adelante mientras saco un rollito de bimbo con mermelada. Me lo como, combinado con el humo de unos quads que están haciendo el cabra por el camino. Cruzo el río por debajo de un puente y me meto por un sendero en un corto repecho duro. Tras unos metros de marcha vuelvo al trote por un sendero en falso llano. Empieza un tramo de subida progresiva en el que después de la zancada limpia del descenso anterior, tengo la sensación de ir bastante lento. A ver, es subida... tampoco podemos pedir peras al olmo. Miro las pulsaciones y se mantienen entre 155 y 160, que no está mal, así que no parece haber síntomas de pájara. Tampoco me están pillando por detrás... Nada, yo a lo mío, que aún queda rato... La sucesión de pistas me deja en una urbanización donde agradezco un poco de asfalto para cambiar de tercio y no pensar tanto en dónde pongo los pies. Las marcas cambian de dirección y me llevan bordeando un campo y por un tramo llano. Un poco por sorpresa, llego a un avituallamiento que no tenía muy controlado dónde quedaba. También por sorpresa, veo que un corredor está saliendo del mismo. Mira qué bien, no debía ir tan lento.
Nuevo avituallamiento flash, aunque me acerco a coger un trozo de naranja y echar un trago de agua de un flask que me acerca Mònica. Otros 5-10 segundos, ahora que he visto al de delante, no hay que perdonar. Salgo al trote en ligero ascenso, por una nueva serie de senderos y pistas, que siguen siendo todos muy corribles. De repente aparece el corredor delante de mí... Veo que camina en un tramo de subida... Parece que va cansado, le alcanzo, aguanto detrás en una bajada hasta que salimos a una nueva subida por pista y vuelve a caminar. Le paso con la típica mirada mezcla de solidaridad y satisfacción por la posición ganada. "Saps si van molt lluny els de davant?"... "Mmmmm, crec que si, no els he vist en tota la cursa"... Pues nada, 5º y a acabar la carrera con un ritmo más o menos satisfactorio.
Tras un ligero descenso vuelve la tónica ascendente, pero siempre muy progresivo y con tramos llanos. Lo cierto es que voy yendo más cansado y en cierto modo cambio el modo carrera por el modo entreno. Intento identificar dónde tengo que ir a parar. Ahí delante hay una zona alta... Será eso ya la última cima? Paso junto a una ermita, donde empiezan a aparecer corredores de la carrera más corta. Por el tiempo que llevo podría ser ya aquí arriba... Salgo a lo alto, el paisaje se abre... y aparece otro valle una montaña más alta más allá... Ups... Pues aún queda un rato... Vamos a verlo por el lado positivo, más tiempo y más opciones para cazar algún cadáver... En uno de los caminos me encuentro unos corredores parados... "Está muy lejos el de delante?"..."Mmmm, Miguel Ángel va a 5 minutos"... Miguel Ángel creo que es el chico que ganó la Ultra el año pasado y que era uno de los de delante. 5 minutos es bastante, parece complicado... Bueno, yo mantengo este ritmo y a ver...
Afronto una bajada corta dejándome caer como un elefante y cruzo un riachuelo para volver a coger ooootro sendero de subida progresiva que sube en diagonal por el otro lado del valle. Voy pasando corredores de la carrera corta y cruzándome excursionistas. Ya con ganas de llegar, a uno de ellos le pregunto lo que queda de subida. "Nada, ya lo tienes... 115 metros"... Supongo que quiere decir de desnivel... Hombre, pues 115 ahora me parecen bastantes... Llego a un repecho muy empinado en el que me doy cuenta que voy a ir más rápido andando que trotando, así que me permito un pequeño respiro. Echo manos a las rodillas y voy lanzando miradas hacia arriba. En una de estas veo a un corredor que parece que va más rápido que el resto que me voy encontrando... Le alcanzo... "Eres de la maratón?" me dice... "Sí, tu?"... Le miro el dorsal y efectivamente... Vaya, no contaba con ello porque además no es Miguel Ángel... Le paso al llegar arriba y pego un pequeño hachazo..."Bueno! Soy de la Ultra!" le grito... En realidad hacemos lo mismo y moralmente estamos en la misma carrera, pero las clasificaciones son separadas, aunque a mí la verdad es que me da igual. Entre que parece cansado y si le digo que no soy de su clasificación, así me deja en paz y no me aprieta en la bajada. Cruzo un par de montículos y un bonito prado que me deja en la Ermita del Corredor, junto a la cual está el avituallamiento.
Grito mi numero de dorsal, que hace rato que se ha desintegrado, y paso de largo sin dudarlo. Venga, última bajada, 25-30 minutos y meta. Me lanzo por un senderillo lleno de ramas hasta empalmar con un tramo de pista que permite alargar la zancada. Nuevo sendero, con alguna que otra señal de peligro por los socavones que han causado las lluvias. Va apareciendo algún que otro tramo técnico en el que tengo que ir con cuidado. Además, el calor ha hecho mella y noto que los amagos de rampas están empezando a aparecer. Creo que lo mejor es asegurar que no acabo con una torcedura o algún trompazo que eche a perder la carrera y algo más, así que me lo tomo con algo más de calma. Salgo a la parte inferior del valle y las marcas giran a la derecha. Por lo que recuerdo del mapa, solo queda un tramo llano hasta llegar al pueblo. Intento acelerar un poco pero veo que mis gemelos son gelatina y el abductor no está mucho mejor. Echo un vistazo atrás... Nadie, bueno pues... A rodar suave y hasta meta... Aparecen las casas, un parking y enfilo la calle que se dirige hacia el centro. Allí al fondo aparece mi madre, al girar la curva mi padre, y al llegar a meta Mònica. Siempre es una satisfacción cruzar el arco de meta, pero más aún con buena compañía.
Finalmente, cuarta posición de la carrera, cuarta posición de la modalidad dos piernas y dos brazos (que es la que importa al fin y al cabo) pero como de los tres que me preceden uno es Aitor Leal que estaba apuntado a la Half, me toca subir al podio de la Ultra en 3ª posición. La verdad es que contento por las sensaciones, teniendo en cuenta el contexto de la carrera, entrenos y momento de la temporada. Ahora a seguir buscando afinar la máquina para los próximos objetivos. Por último, agradecer el apoyo y la compañía del equipo incondicional, que siempre es un placer :-)


Besos y abrazos,