sábado, 1 de junio de 2013

Bastions: Lo que el viento se llevó

A estas horas debería estar acabando la carrera. En cambio estoy sentado delante del ordenador escribiendo la crónica... Qué habrá pasado?

Un poco de intro: el Ultratrail Bastions es una carrera de 90kms y 6000 metros de desnivel positivo que discurre por la zona de la Vall de Núria. Sale de Ribes de Freser, sube por la Serra de Montgrony, baja a Planoles y después de cruzar el Coll de Barraques va bordeando la montaña hasta Núria. De ahí se sube al Puigmal y se recorre toda la Olla por Finestrelles, Noufonts, Noucreus, hasta el Coll de la Marrana, todo por encima de 2500 metros. De ahí bajada por el valle de Coma de Vaca, subida al Balandrau, bajada a Pardines, subida al Taga y bajada final a Ribes. La verdad es que un recorrido muy bonito... si se puede hacer.
La dinámica meteorológica loca que llevamos esta ¿primavera? hizo que la semana pasada la organización del Ultratrail Bastions plantease un itinerario alternativo al original, quitando la parte alta de la Olla de Núria, que está a reventar de nieve, y añadiendo recorrido por la parte baja del valle. Ayer por la tarde quitaban también la subida al Balandrau (2535m).
Con este panorama nos plantamos esta mañana a las 6:30 en la salida, con un tiempo nublado, no demasiado frío pero con un poco de viento. Estas últimas semanas he estado por aquí un par de veces entrenando y me he encontrado bastante bien, así que tengo intención de salir con los de alante y a ver qué tal. Dicho y hecho, salimos y me pongo detrás de Carles Rossell, un andorrano que ganó el año pasado. A los 200 metros de carrera ya estamos saliendo del pueblo por un senderillo que pica fuerte para arriba. No ha pasado ni un minuto y nos colamos metiéndonos por un huerto... cagada... vuelta para atrás y de repente tenemos 10 corredores delante. Me quedo ahí medio encallado mientras por delante se van definiendo un poco las posiciones. Voy pasando un poco estresado y al final llego a Campelles (primer control) tercero, con Rossell y otro corredor a unos 30 metros y que parece que van de paseo.
Intento no cebarme y me acabo juntando con otros dos corredores, Edu, de Torelló y otro que bautizaremos como "Mr Gemelos" (llevaba un melón en cada pierna). El siguiente trozo es una sucesión de pistas hasta llegar al refugio del Covil (1800m). Mr Gemelos se va distanciando hasta contactar con los dos de delante y yo me quedo con Edu después del primer avituallamiento con los primeros a un minuto por delante. Coronamos el primer pico donde tenemos el primer contacto con el compañero del día, el viento. La ruta baja por el lado sur y va bordeando la sierra por este lado, alternando trozos protegidos con zonas de auténtico vendaval. Paso el último repecho a unos dos minutos del grupo de cabeza y nos lanzamos a la bajada, que no es precisamente mi terreno. Efectivamente, no vuelvo a ver a los de delante y en cambio se me junta Edu que se había quedado un poco. Decido tomármelo con calma y guardar piernas para lo que se supone que ha de ser una larga jornada. Pasamos por el pueblo de Nevà y llegamos a Planoles en poco más de 2h30 de carrera, es decir muy rápido para lo previsto.

Avituallamiento, asistencia paterna, y los de delante a 7'. Salimos del pueblo Edu y yo y en un desvío nos confundimos (eso lo vimos después) con unas cintas que no eran de la carrera (nosotros pensábamos que sí). Resultado, 5 minutos liados por caminos y campos hasta que recuperamos la ruta, descubriendo que nos han pasado 3 corredores, Marc (un andorrano que conocí en Apuko), Ivan (coincidí con el el año pasado en Cavalls del Vent) y Joel (un fiera de las carreras largas... pero largas de verdad, que conocí en un entreno que montó cerca de Girona en abril). Cabreado por el error me pongo a recuperar y cojo a tope la subida. Nos acabamos quedando Joel y yo y llegamos de esta forma al Coll de Barraques.
Aqui nos dice un tipo de la organización que nos pongamos piedras en los bolsillos... pronto descubriremos por qué. Cambiamos de vertiente y vamos bordeando la montaña hasta el fondo del valle donde hay un avituallamiento. Primer contacto con el infierno, se cuela por el fondo del valle un vendaval tremendo que hace que salgamos pitando de allí. Me pongo el paravientos como puedo mientras Joel va tirando. El siguiente tramo se va convirtiendo progresivamente en una odisea. Voy encorvado hacia delante con el paravientos dando golpes por todos lados. Cada 10 metros el viento me saca del camino. Voy levantando la vista periódicamente y según el grado de inclinación de Joel, que está 30 metros por delante, tengo una idea de lo que me espera. Realmente tremendo, ya nos han advertido en el avituallamiento que no saben que va a pasar con la carrera, que en Núria ya veremos... En una de estas a Joel le sale volando un palo y eso me permite llegar hasta el mientras lo recupera. Vamos tirando como podemos y cuando llegamos cerca de Fontalba (siguiente control) nos encontramos a un tipo que nos dice gritando que la carrera está anulada y que en Fontalba bajemos hacia abajo. La primera sensación es de frustración... hasta que asomamos a lo alto de la loma.
Todas las moléculas de aire de la atmósfera terrestre están pasando en ese momento por ese punto, más o menos como las Ramblas el dia de Sant Jordi. Un tipo que para nosotros es como un astronauta venido de otro mundo nos hace señas para que nos tiremos al suelo. Le hacemos caso, o el viento le hace caso por nosotros y nos vamos arrastrando cual Rambo acorralado para establecer comunicación con el extraterrestre. Resulta ser de la organización, supongo que el que controlaba el paso por ahí hasta que el huracán se ha llevado el control a tomar por el saco. Nos grita algo a 20 centímetros de la cara pero no entiendo nada de nada. Finalmente hace un movimiento horizontal con las manos que interpreto como un "la carrera se ha acabado" y un movimiento hacia delante que asocio a "salid de aquí cagando ostias". Dicho y hecho, después de un breve momento para inmortalizar la epopeya me levanto dispuesto a ir hacia la pista de tierra que baja hacia el valle. Craso error, al primer leve salto el viento me levanta y estoy cerca de desbancar a Mike Powell del puesto de recordman de salto de longitud. Me giro y veo a Joel y el de la organización que me miran con cara de susto. Realmente he volado más de 5 metros... Me levanto con cuidado y ahora sí conseguimos avanzar, aunque la imagen es cómica. Joel va delante mío con el cuerpo inclinado a su izquierda unos 45 grados. Parece Marc Márquez en el tirabuzón de Laguna Seca.

Finalmente llegamos a la pista y un poco más refugiados la cosa se calma. Realmente no había nada que hacer, no había forma de pasar ninguna carrera por ese panorama. Una vez abajo nos dicen que ha habido vientos de 150km por hora. Yo no recuerdo haber vivido nada así, al menos en condiciones tan precarias. Vamos bajando tranquilamente por la pista, mis padres nos recogen encima de Queralbs y vamos para Ribes. Allí, opiniones para todos los gustos, pero todo el que había pasado por Fontalba creo que coincidía en lo correcto de la decisión.

Y eso es todo, el resultado es que a media tarde ya estoy en casa. Una pena porque estábamos bien, habíamos formado ahí un buen grupo y quien sabe, en una carrera tan larga estábamos acechando el podium, pero no había nada que hacer. La montaña manda y se ha de escuchar.

Besos y abrazos

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