domingo, 29 de marzo de 2015

Trail Mirmande

Buenas!
Voy a ver si aprovecho la tarde que si entramos en la semana es imposible encontrar el tiempo para ponerme a escribir... Además en caliente os puedo martirizar con más detalles de la batalla. Así que ahí va la crónica de la carrera de esta mañana.
La carrera en cuestión era el Trail de Mirmande. Datos: 43kms en teoría, 46,5 según el reloj. 2000 metros de desnivel positivo en teoría, ahora me acabo de entretener a contarlos sobre el mapa y me salen 2350, solo contando el desnivel que identificas con las curvas de nivel, que normalmente es menos que el que sale en realidad a base de vaguadas, toboganes y demás (http://www.trail-mirmande.com/43-km/). Os va sonando la cosa a excusas que voy poniendo, no? Soy un spoiler... ;-)
Total que con el cambio de hora en contra me levanto a las 5 de la mañana (nuevas) para salir a las 6 con François, un amigo del trabajo que va a hacer la carrera de 26km. Nos toca hacer 150km hasta Mirmande, donde empieza la carrera a las 9 de la mañana, ahí nos situamos.
La salida es conjunta para las dos carreras, así que identificar posiciones es un lío. Salimos desde un camping dando la vuelta al mismo, como siempre a buen ritmo para coger posiciones de cara a los primeros senderos. Veo un poco más adelante a Fréderic Desplanches (del equipo New Balance), un tipo pintoresco que ganó la carrera el año pasado y ganó también el Challenge Charles et Alice, carrera en la que yo abandoné. Un buen galgo, vamos... Llevo también justo delante a otro corredor que me parece que es Guillaume Le Normand, el ganador de la edición de este año de Le Treg, la carrera del Chad. No tengo idea de si el resto son de la carrera corta. Me ilusiono con que así sea. Las hostilidades empiezan con un primer repecho de unos 150 metros de desnivel, donde se forma algo de atasco, cosa que aprovecho para coger aire. Bajada rápida, más cuando la gente está fresca y empalmamos directamente con el segundo repecho. Voy detrás de Guillaume y de varios corredores de la carrera de 26km que llevan algo menos de ritmo que nosotros en la subida pero apretan más en la bajada así que cuesta adelantarles. Entre ellos un tipo con unas bermudas de flores, de las de manual... 
La segunda bajada nos lleva al pueblo de Mirmande propiamente dicho. Ya he cogido el ritmo y me encuentro bien, así que suelto las piernas y adelanto a Guillaume en un tramo de asfalto que nos lleva a la tercera subida. A unos 100 metros veo a Fréderic Desplanches. Tengo la impresión de haber empezado como tocaba, me siento bien y voy encontrando mi ritmo. Empieza el repecho por unas callejuelas de escaleras que llevan a lo alto del pueblo y empalman con un camino tendido que se sube bastante bien. Alcanzo a otro corredor de 26km y lo paso al llegar al descenso. Le dejo atrás, buen indicador teniendo en cuenta que no soy un gran bajador. Casi sin darme cuenta llego a una pista que tomo a la izquierda por un tramo llano que empalma al cabo de poco con el cuarto repecho, otros 120-140 metros en este continuo sube-baja. A media subida veo detrás de mí a un corredor de la carrera de 46km (que cómo lo sé? Por el número de dorsal...). Tiene pinta de llevar buen ritmo, moviendo con agilidad y frecuencia sus New Balance minimalistas. De todas formas se mantiene unos metros detrás, junto con otro corredor de la de 26km. Tampoco me pasan en la siguiente bajada. Bien, señal de que no voy mal. Llegamos al primer avituallamiento, algo así como en el kilómetro 12. Paso de largo pero echo un tramo a la botella con sales (Powerade) que llevo en el cinturón (hoy he corrido con el cinturón portabidón, no me ha convencido la decisión, se movía bastante, creo que los portabidones, almenos los que yo he probado, están perdiendo terreno frente a las mochilas chaleco, más cómodas y no más pesadas desde mi punto de vista). 
La quinta subida es algo más larga, unos 270 metros netos. Yo sigo con buenas sensaciones y troto
detrás del minimalista (llamémosle así, con todo respeto, que últimamente he hecho mis pinitos en el tema con mejor resultado del que esperaba... sin haberme convertido, de todas maneras...). La subida pica pero voy bien. Incluso tengo la sensación de que resoplo menos que él. Después de la subida viene un largo tramo "llano" en el que corremos a buen paso. En la bajada definitiva tomo la delantera, más de cara a hacer yo delante la próxima subida, la más larga y poner las cartas sobre la mesa a ver qué lleva cada uno. Empiezo a subir sin cebarme pero constante. Él resopla pero sigue detrás sin muestras de flaqueza. En un momento determinado dudo un momento con las marcas y el me pasa hacia la izquierda, así que me quedo detrás. Y el ritmo se incrementa un pelín, no demasiado, pero mis sensaciones van un poco a menos... Y después a menos... Vaya, me está sacando de punto. Al final él tenía un trío de ases y yo una pareja de jotas a todo estirar. Pues nada, coge tu ritmo que esto es largo y si las cosas tienen que cambiar ya cambiarán después. En una rampa más empinada camino un poco por primera vez. Noto las piernas pesadas y un poco de marcha espero que me ayude a oxigenar un poco la musculatura. Poco a poco lo pierdo de vista y quedo definitivamente a mi bola. Todavía tengo la esperanza de que fuésemos segundo y tercero y todavía esté en situación de podio. Más tarde de lo que me hubiese gustado se acaba la subida y viene un tramo de sube-baja hasta una carretera, donde nos juntamos con los de 26km, que habíamos dejado hace un rato. En el cruce una mujer me dice "Quatrième!"... "Pues vaya... Lástima...". Tiene pinta que los dos primeros están lejos y que el podio en todo caso me lo juego con el minimalista. De todas formas la carrera pasa por reecontrar las sensaciones.
Afortunadamente a una subida larga le sucede una bajada larga y me suelto un poco para coger un buen ritmo, ayudado por los corredores de 26km, que me van sirviendo de referencia. Entre ellos François, al que encuentro en una bajada con su inseparable camiseta del PSG. Lo adelanto en una bajada pero había vislumbrado sus 2,04m dos kilómetros antes... Parece que he mejorado algo (faltaría más, yendo para abajo...). Me tomo el segundo gel (hoy voy a base de tres geles, teniendo en cuenta que la carrera es rápida y más corta que de costumbre) y paso también de largo el segundo avituallamiento, al final de la bajada. Sin cuartel, cien metros de asfalto y vuelta a subir, por unas escalerillas empedradas. 50 metros de subida y otro tobogán de asfalto, antes de que continúe la subida. La anterior y estos 300 metros de subida son las dos dificultades principales de la carrera. El camino es bastante tendido y en principio fácil, pero una raíz acaba conmigo en el suelo. Me levanto rápido y cinco metros más adelante otra raíz me remata. A mí y a la frágil correa de mi Garmin 310XT (apuesto a que no soy el único al que se le ha roto). Me levanto con algo más de calma y me meto el reloj en el bolsillo. Sigo al trote, almenos la pendiente es llevadera y adelanto corredores de 26km, cosa que me hace creer qeu llevo buen ritmo.
Pero de repente oigo pasos detrás de mí, me giro y es Guillaume. Jops, esto no me lo esperaba,
pensaba que llevaba mejor ritmo que él. Pero claro, con el semiglobo que he pillado hace un rato. Identifico un momento potencialmente crítico para mi moral. Podio definitivamente al garete, me pasa un corredor que pensaba que iba más lento y más jodido que yo... La única referencia anterior que tenía de Guillaume es el tiempo de cada uno en Le Treg, en ese caso bastante mejor el mío (básicamente porque este año hizo un calor de tres pares de...). Por tanto el hecho de que me alcance supone un golpe para esa impresión que tenía entrenando de que este año estaba bastante mejor. Bueno, desenchufa la batidora mental porque si no esto va a ser una autopista hacia la debacle. Me pasa y me anima (yo estoy para hablar más bien poco) y yo sigo a la mía, con mi trote. Cruzamos una carretera y llega el último repecho de la subida. Veo que Guillaume se pone a caminar, mientras que yo soy capaz de trotar, aunque sea lento. Eso hace que almenos la distancia se mantenga en unos 30-40 metros. Así sigue la cosa en la bajada, conmigo en un estado anímico algo decaído, pero que intento controlar. Llega un repecho, que no alcanzo a saber si es la subida siguiente o un repecho que no había identificado cuando me empollé el mapa del recorrido. Sea como sea me sienta como una patada en el trasero y Guillaume se separa. Se acaba el repecho y empezamos a bajar, Guillaume cada vez más lejos. El camino es técnicamente fácil, así que entro en modo piloto automático y que pasen los kilómetros (no se cuantos porque tengo el reloj guardado...). 
Definitivamente lo de antes no era la siguiente subida y es ahora cuando llega (van nueve?). Buenas noticias, allá delante Guillaume se pone a caminar casi al empezar un repecho que tampoco parece un muro. Esta es la mía, voy a ver si recorto. Efectivamente, al llegar arriba estamos muy cerca, en el siguiente tramo llano le paso y cuando llega la bajada de verdad noto que me voy separando. Me tomo el último gel, quedan tres subidas y a ver si puedo defender esta cuarta plaza. Paso el tercer y último avituallamiento y afronto una nueva subida, ¡la décima! (mierda, recuerdos futbolísticos funestos...). En un alarde de fuerza de voluntad me paso el avituallamiento y lo cambio por un trago de Powerade y troto pista arriba, más por el posible golpe moral hacia mi perseguidor que porque realmente tenga muchas fuerzas. Algo más arriba me giro y veo que no viene, así que me pongo a caminar. Caminando se hace más larga la cuesta, pero al final se acaba... bueno, se acaba y deja paso a un camino por el lomo de la montaña que va subiendo y bajando. Mi ritmo es de trote cochinero, pero cochinero de verdad. Además hace hasta calor, el sol molesta, me pican los ojos de la luz... Estoy quejica... Se acaba la pista y empalmo con un sendero. Guillaume no viene, pero mi preocupación ahora se traslada a mis gemelos. Al entrar en el sendero más técnico veo que están con ganas de subírseme hasta las orejas. Si me tropiezo y me caigo la rampa va a ser digna del Angliru. Así que con cuidado y intenta no mover una pestaña de más... 
Llego a una carretera y giro a la izquierda y me dirijo hacia el undécimo repecho, que en el mapa tenía pinta de duro. Teniendo en cuenta que el último es cortito me ilusiono diciendo que ya es la última. Hay un preludio llano en el que voy echando vistazos atras. Nada. Bueno, mejor. Troto hasta que llega un desvío a la derecha en el que el terreno se pone estupendo. Venga, a caminar. Manos a los muslos, ajuste de la respiración y mente más allá de Plutón (que no es un planeta, que lo sepáis, que si no mi hermano se cabrea...). La cosa sube más que el precio de las copas en año nuevo... En algún tramo en que la pendiente afloja intento trotar, pero no está el horno para bollos y enseguida me rajo. Al final llego al lomo de la montaña y giro a la derecha. Bufff... menos mal. Vuelta al trote, torpe pero algo más rápido, básicamente porque la gravedad pone de su parte. Vuelvo a coincidir con corredores de los 26km, a los que paso en la bajada, primero porque ellos no van muy católicos y segundo porque con el olor de la meta he resucitado un poco, siempre con la amenaza de los gemelos. Llega un desvío a la izquierda y un tramo llano y algo de subida. La teórica duodécima subida acaba siendo mucho más corta de lo que esperaba. Mejor que mejor, bajo ya hacia la meta. Después de tanto sufrir el valle se acerca más rápido de lo esperado y finalmente llego junto al río. 
El camping no se ve por ninguna parte, y el sendero se pone a serpentear y a subir y bajar río arriba. Vaya, me temo lo peor, esto no estaba en el mapa y no estoy para trampas. De repente oigo al speaker por el altavoz de la meta, no está lejos, menos mal! Salimos a la pista del principio y unos metros más allá está el campo de césped por el que discurre la recta final. Sin subir el ritmo excesivamente intento poner buena cara para la cámara de François y cruzo la meta con un tímido saludo de brazos. Me viene el speaker y el organizador con un micro cada uno. Y yo con estos pelos, menudo discurso me va a salir. De primeras me sale un "Buffff, c'était dur..." y poco más. Después le acabo explicando un poco mi vida, no sé si de forma coherente con su pregunta (que no he escuchado...). Me dice algo de que si me he perdido... Mmmm, no... Mis fuerzas se han perdido por ahí pero yo las cintas las he seguido bien, diría... Al final entiendo que me habla de una carrera del año pasado en la que me perdí y él era el organizador. "Ah, oui, oui..." Y poco más, déjame ir a sentarme que estoy pa'l arrastre...
Merci François pour les photos! ;-) 
Balance: hombre, no negaré que entrenando me estaba encontrando muy bien, también en los rogaines y que venía aquí con ganas de comerme el mundo. Eso viene también propiciado porque yo a veces me creo que en lugar de Francia estoy en Brunei y que la gente no sabe correr por el monte. Al final la realidad es que el más tonto hace relojes y siempre me llevo merecidas curas de humildad. Visto con algo más de positivismo, la verdad es que el tiempo final, de 4h24 no está mal para la distancia y desnivel de la carrera. Era una carrera corredora, pero bueno, hay que correrla... Los de delante, aunque uno siempre es ambicioso, corren, y corren bien. Tu mejoras, pero los otros también, toca aceptarlo. El mismo Guillaume, que ha llegado unos minutos más tarde, es un corredor más destacado de lo que indica el tiempo realizado en Le Treg, de lo que indica si uno no tiene en cuenta las condiciones en las que se hizo. Por otro lado los entrenos, rogaines aparte, han sido un poco cortos para la distancia de hoy. Así que ahí ando, intentando construir una visión más optimista que durante la carrera, más en mi sitio y con ganas de seguir entrenando para acumular kilómetros y afinar de cara a los siguientes objetivos.
Además a causa de un sistema clasificatorio que no entiendo y que separa a los tres primeros de la clasificación general de las clasificaciones por categorías, he sido el primer senior, con lo cual me han dado una bolsa con cuatro camisetas (¿!?), un conejo de chocoloate y una botella de vino blanco (nous sommes en France...). Ya me pasó una vez en el Ultra de les Fonts que siendo séptimo acabé subiendo a lo más alto del podio y me dieron un saco de naranjas enorme.

Besos y abrazos

4 comentarios:

  1. Me ha hecho mucha gracia lo de Pluton. El otro dia, escuchando un podcast de la Buhardilla 2.0, unos sevillanos que hablan de ciencia con humor (muy freak, si), comentaban que efectivamente Pluton habia dejado de ser planeta, en la ultima convencion astronomica mundial. Pero que parece ser que para la siguiente, se volvera a discutir el tema y es probable que se vuelva a readmitir a Pluton en el selecto grupo de planetas. Se alegarian razones historicas para ello ;-)

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    1. Jejeje... Le preguntaré a mi hermano por las novedades!

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  2. Doncs jo sempre ho he vist així. Un sistema classificatori que separa la general de les categories per repartir més els regals. Tot i que de tantes samarretes no sé que en faràs. La propera la MUT? O alguna entre mig?

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    1. Pues entre medio hago un trail urbano aquí en Lyon. Qué tal tu? Planes de carreras?

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