Que no se diga que no está activo el blog...
El fin de semana pasado también teníamos lío cerca de casa: la Cursa de la Vall del Congost.
Una carrera de las clásicas del calendario de carreras de montaña en Cataluña (este año era la 20a edición), que se celebra en los alrededores de Aiguafreda, en la zona del Montseny. Al coincidir con la Semana Santa, Simon, un amigo danés que conocí el año pasado en Tailandia vinó unos días por aquí a probar las montañas que le faltan en su casa y de paso se apuntó a la carrera. En principio la carrera consta de dos distancias, media maratón y maratón entera. Simon y yo estábamos apuntados a la maratón entera, junto con otros muchos compañeros de batallas, empezando por Jaume, Salvador, Sanvi, Martí... Un recorrido muy rompepiernas que primero se enfila hacia la ladera del Montseny, con varias subidas y bajadas por senderillos entre medio del bosque, una bajada desde el castillo de Tagamanent hasta el fondo del valle del Riu Congost y unos úlitmos 10-12 kilómetros en la vertiente opuesta, hacia els Cingles de Bertí. La media toda por el lado del Montseny y, como su nombre indica, más o menos la mitad. Ahí tenéis los mapas del recorrido:
Salimos de Girona a las 5 de la mañana porque la carrera empieza a las 7 y de camino a Aiguafreda las cosas se empiezan a poner feas. En las zonas más altas del Eix Transversal nos metemos en medio de una niebla espesa y un poco más allá empieza a llover bastante fuerte. Al llegar a Aiguafreda la cosa no ha mejorado. A las 6 de la mañana, de noche y con una lluvia de narices las ganas de correr son bastante pocas. Nos vamos para el pabellón, recogemos los dorsales y nos preparamos mientras se hace de día y la lluvia sigue dale que te pego. A menos cuarto nos decidimos a ir para la salida pero por el camino nos encontramos gente que vuelve diciendo que retrasan la salida media hora. Parece que la lluvia va a menos así que si podemos evitar mojarnos mejor que mejor. Al llegar al pabellón, las modificaciones van más allá. Parece que se anula la maratón y que hacemos todos la media. Todo es algo confuso pero al parecer el motivo es que el río Congost, que se ha de cruzar a pata, baja bastante crecido y puede ser peligroso. Gente a favor, gente en contra, pero en ese momento no hay tiempo para muchas discusiones. Nos vamos para la salida, ahora ya sin lluvia, y a correr. Siendo sólo 21kms, me llevo un par de geles en los bolsillos del pantalón y tira que te va, ni portabidón ni nada. Nos metemos por la parte de delante con Simon, donde está Depa, el célebre speaker, peleándose con el micro, y corredores ilustres como Jessed Hernández y Zaid Ait Malek. También un tipo con alpargatas rollo tarahumara que poco antes de salir se quita también la camiseta (me recuerda un "pro" americano en la Ronda dels Cims de 2013, que lo tuvieron que recoger con hipotermia...).
P.P.D: Y Sanvi que sigue haciendo el indio ;-)
La maratón...
Y la media
Salimos de Girona a las 5 de la mañana porque la carrera empieza a las 7 y de camino a Aiguafreda las cosas se empiezan a poner feas. En las zonas más altas del Eix Transversal nos metemos en medio de una niebla espesa y un poco más allá empieza a llover bastante fuerte. Al llegar a Aiguafreda la cosa no ha mejorado. A las 6 de la mañana, de noche y con una lluvia de narices las ganas de correr son bastante pocas. Nos vamos para el pabellón, recogemos los dorsales y nos preparamos mientras se hace de día y la lluvia sigue dale que te pego. A menos cuarto nos decidimos a ir para la salida pero por el camino nos encontramos gente que vuelve diciendo que retrasan la salida media hora. Parece que la lluvia va a menos así que si podemos evitar mojarnos mejor que mejor. Al llegar al pabellón, las modificaciones van más allá. Parece que se anula la maratón y que hacemos todos la media. Todo es algo confuso pero al parecer el motivo es que el río Congost, que se ha de cruzar a pata, baja bastante crecido y puede ser peligroso. Gente a favor, gente en contra, pero en ese momento no hay tiempo para muchas discusiones. Nos vamos para la salida, ahora ya sin lluvia, y a correr. Siendo sólo 21kms, me llevo un par de geles en los bolsillos del pantalón y tira que te va, ni portabidón ni nada. Nos metemos por la parte de delante con Simon, donde está Depa, el célebre speaker, peleándose con el micro, y corredores ilustres como Jessed Hernández y Zaid Ait Malek. También un tipo con alpargatas rollo tarahumara que poco antes de salir se quita también la camiseta (me recuerda un "pro" americano en la Ronda dels Cims de 2013, que lo tuvieron que recoger con hipotermia...).
Nosotros concentrados...
... Sanvi haciendo el indio...
... y el de las alpargatas pasando frío.
Salimos a las 7.30 por una calle estrecha, siguiendo a Jessed, Zaid y el de las alpargatas que han salido disparados. El primer kilómetro es un bucle por dentro del pueblo con unos repechos duros para dispersar al personal. Me encuentro a mi lado a Roberto Heras, que ahora se dedica al mundo del trail con unos resultados bastante buenos. "Ya te atraparé en el kilómetro 90!" me bromea Sanvi, que también ronda por ahí. Salgo del pueblo junto a Simon y Jaume, que viene justo detrás. Miro adelante y debemos habernos quedado sobre la posición 20, con un montón de corredores del Inverse, el equipo llevado por el organizador de la carrera. Paso a Simon y cojo mi ritmo por esos dos kilómetros de pista ancha y fácil que llevan al primer repecho. Poco a poco me voy quedando sólo con Jaume. Nos metemos por el senderillo y empiezo a mirar a los lados buscando alguna baliza... Ah no, que hoy no toca...
Troto por un senderillo con bastante pendiente acercándome poco a poco a tres o cuatro corredores. Al primero que recojo es al de las alpargatas, que lleva una dinámica claramente descendente (ya me habían dicho algo al respecto...). La subida dura un kilómetro y después viene un terreno con toboganes donde los de delante se me van y me pasan un par más que bajan mejor que yo. Al final nos volvemos a quedar los dos compis de rogaines. "Mira com pugen per allà els fills de..."... Me lo imagino, que si levanto la vista seguro que una raíz me hace penalti... Pasamos por el avituallamiento del km5 y le dejo el impermeable a Mireia, la compañera de Jaume, ya que no me sirve de nada y voy sudando como un pollo. Nos lanzamos a por la siguiente subida, la más larga de las tres que tenemos.
Por el momento no voy ni bien ni mal. Vistas las carreras de este inicio de temporada tengo basante asumido que me cuesta coger el ritmo al principio, más o menos en los primeros 10kms (lo cual para hacer una media maratón es un problema...). Subimos por un sendero rocoso caminando en algunos tramos. Nos vamos acercando a un par de corredores, uno de blanco y uno de verde. Para cuando los cogemos yo veo que mis fuerzas van yendo a peor. Jaume, que conoce a todo el pelotón, saluda al de blanco y se ponen a charlar. Yo no estoy para mucha cháchara. Era cuestión de tiempo que Jaume me pasara. Lo hace en un tramo de esos cabrones que pican para arriba constantemente pero que se han de correr sí o sí. Siento que tengo que bajar un puntito. Se me van los tres... Sigo a lo mío, mirando al suelo e intentando mantener un ritmo decente con la esperanza de que vengan tiempos mejores. Consigo que la distancia no pase de 50 metros, intentando aprovechar algún llano para recuperar. La cosa se estabiliza, no les alcanzo pero no se me van más. El final de la subida no puede estar muy lejos...
Y entonces, justo en los últimos repechos de repente noto un click. Llega un llano y donde antes me costaba ahora veo que me acerco a ellos. Salimos a un prado, una bajada y el segundo avituallamiento (km9). Llego justo tras Jaume y el de blanco, mientras el de verde ya baja despendolado 50 metros por delante. Pierdo algo de tiempo tomándome un gel que me ayude a consolidar la recuperación, pero enseguida recupero el ritmo y vuelvo con mis dos predecesores. "Joder, cómo me cuesta pillar el ritmo..." le digo a Jaume... "Vinga que ara ve pista, lo teu...". Ya sumido en la dinámica positiva le paso y me lanzo por unas trazas de land rover con bastantes piedras. En un repechillo paso al de blanco y salimos a una pista en mejor estado. Alargo el paso e intento adoptar una buena zancada, rápido y con buenos apoyos para no cascar las rodillas. Bajo disfrutando y sintiéndome fuerte. Me voy acercando al de verde y lo paso tras una curva porque el tío se ha parado a mear. Yo sigo a lo mío. Las marcas se meten por un senderillo rocoso. La piedra está mojada, no es mi terreno preferido, pero noto que bajo mucho más ágil que el día del Trail Rocacorba. Aun así el de verde en este terreno me recupera y llega detrás de mí. "Cuando quieras pasar me avisas"... "Tranqui, tranqui que se ha de ir con cuidado aquí"... Enseguida llegamos al avituallamiento (km15) y nos metemos por un senderillo muy entretenido que llanea y tiene pequeños repechos. Sigo por él a buen ritmo y disfrutando del día y la carrera. Queda la última subida. En el punto en que empieza el repecho duro están Mireia y Joan Carreras animando, y un poco más arriba Joan Codina, con quien hicimos entrenando el recorrido de la maratón hará un par o tres de años. Voy trotando pero el terreno es empinado. Me entra un puntito conservador y decido guardar algo de fuerzas, así que camino. Me he separado de mi perseguidor y empiezo a ver a un corredor de rojo delante de mí. Mira qué bien, otro objetivo.
Pero la subida se acaba y pasamos a otra bajada rocosa. Me concentro y bajo decentemente pero el de rojo también y entre los árboles pierdo la referencia. Además el de verde vuelve a estar en su elemento y ahora que se acerca la meta no se guarda nada, así que noto como se me va acercando por detrás. Cuando ya estoy notando sus pasos en el cogote de repente una pista salvadora viene al rescate. Alargo el paso de nuevo y me separo. El de rojo baja unos 100 metros por delante y más allá nadie a la vista. Venga vamos a por él. Paso junto al último avituallamiento, que a dos kms de la meta ya no pinta gran cosa, y sigo en modo carrera de 10K de asfalto. Voy recortándole y además va echando miradas atrás así que parece que tengo la caza encarrilada. De repente las marcas se meten por un repecho a la izquierda. Vaya, pensaba que ya sólo quedaba bajar... Bueno, tomémoslo en positivo, el repecho me sirve para acabar de alcanzar a mi predecesor. Le paso y al salir a una nueva pista que baja ya definitivamente cambio un poco el ritmo para despegarme. Parece que da resultado y pongo tierra de por medio. Unas escalerillas, un puente que cruza el río y calle a la izquierda que pica para abajo. Me cruzo con Zaid que está haciendo ya su trote de recuperación y animando al personal. Le saludo agradecido (otro día hablaremos de este hombre, pero es de esa gente que sin conocerla personalmente, la ves sonreir y no puede más que caerte bien, si empiezas a indagar un poco en su historia pues aún más...), miro de reojo no vaya a ser que mi perseguidor resurja, y enfilo la recta de meta. Varias caras conocidas, entre ellas la de Kike, al que debía hacer años y años que no veía, desde los tiempos en que subíamos a hacer el cabra por Cerler. Entro en la meta en 2h7' y en 17a posición. Contento con el resultado. Obviamente me gustaría tener más fuerzas al principio, pero mirando el vaso medio lleno, tomaré como positivo el hecho de que en las tres carreras que llevo esta temporada me haya encontrado mejor al final, sobre todo pensando en las carreras de larga distancia del verano, que al fin y al cabo son mi objetivo principal. Por delante a ganado Imanol Goñi, un vasco (no lo habíais adivinado...) que tiene pinta que dará que hablar en Zegama, con 1h50, y tras él Zaid y Jessed y toda una tropa de Inverse y otros galgos. Por delante mío había un salto de casi 4 minutos hasta el 16o, así que hoy la cosa no daba para más. Aunque la posición sea peor que en las otras pruebas de este año, visto el nivel casi diría que ha sido igual o mejor resultado. Al poco rato van llegando el resto de compañeros, Jaume, Simon, Sanvi, Carles Batrina... Disfrutamos juntos de la sobremesa, momentos distendidos, que al final para eso estamos aquí, para compartir.
Y para acabar el tema polémico... Durante la carrera el tiempo fue mejorando. No llovió más, el río bajó de nivel y podríamos haber cruzado sin problemas. Obviamente a toro pasado todos somos Manolete. Es cierto también que mirando el radar de precipitación se veía que la cosa pintaba que iría a mejor... En fin, supongamos que uno no se siente con confianza de hacer de hombre del tiempo ni tiene un modelo hidrológico milagroso (eso no existe) que le ayuda a prever el caudal del río en tiempo real. En cualquier caso, punto muy importante en la organización de las carreras que es el de los planes B. En una carrera como esta el único factor que puede obligarte a cambiar de planes es el río. Si llueve, te mojas; si te enfrías te paras en el siguiente avituallamiento, que como mucho estará a un par o tres de kilómetros; si la roca está mojada, bajas más despacio... La altura máxima son 1000m, no hay nive, no hay precipicios... Es una carrera de montaña. Somos 900 tíos, OK, pero el que se apunta ahí sabe a lo que va, o tiene que saberlo, y si no confías en ello pues cortas el número de inscritos. Pero estábamos en lo del plan B. Si el único factor que puede obligarte a cambiar de planes es el río, yo creo que uno ha de tener preparado un recorrido alternativo. Posibilidades hay, los avituallamientos pueden moverse relativamente bien antes de la carrera porque hay buenos accesos por pistas... Lo digo en plan constructivo, todos podemos cometer errores y supongo que todo el mundo ha aprendido. Al final, supongo que lo que ha cabreado más a la gente es que desde la organización en otras ocasiones se había defendido que esto era una carrera de montaña, que todo el mundo tenía que saber a lo que venía y hasta ha salido algún mail en el que se decía que esta carrera sólo se suspendía si caían 4 metros de nieve. En fin, vale más ser dueño de tu silencio que esclavo de tus palabras.
Besos y abrazos
P.D: Ahí os dejo un link con un video resumen de la carrera, sólo para los más fieles ;-)
http://www.lajornadadelvalles.cat/index.php/2016/03/20/imanol-goni-guanya-una-20a-edicio-de-la-vall-del-congost-marcada-per-la-pluja/
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