lunes, 19 de noviembre de 2018

Cronicas y rogaines desde Letonia



Tras el periplo exótico-deportivo del mes de agosto con motivo del Campeonato de Europa de Rogaine, en el que pasamos unos días por Ucrania, Moldavia y ese extraño rincón que es Transnistria, nos quedamos con ganas de hacer otra escapada para conocer nuevos terrenos de juego. Así que empezamos la casa por el tejado, buscamos a dónde había vuelos baratos desde Girona y una vez seleccionados una serie de destinos candidatos, miramos si había rogaines alrededor y fechas que nos fuesen bien. La combinación escogida resultó ser este viaje a Riga con la excusa de correr el Brivibas Rogaine (que resulta querer decir Rogaine de la Libertad, aunque evidentemente de eso me he enterado por aquí…).
Para l@s que andéis un poco despistad@s, Letonia es la que queda en medio de las tres repúblicas bálticas, el contenido del bocadillo formado por Estonia (arriba) y Lituania (abajo). Un país mayormente llano y con la mitad de sus 2 millones de habitantes acumulados alrededor de la capital, Riga. Eso hace que el resto del territorio, que tampoco es muy grande (pongamos 400km de ancho por 200km de alto) esté formado por una mezcla de campos, prados para vacas y bastante bosque intacto. Dio la casualidad de que este fin de semana, hoy domingo exactamente, se cumplen justo 100 años de la independencia de Letonia, a finales de la Primera Guerra Mundial. Obviamente de la primera, aunque ellos hablan de ella como única, como cerrando los ojos al paso del país por la Unión Soviética. De ahí el nombre del rogaine y de ahí que todo el fin de semana haya habido en la ciudad un pitote que no veas, con espectáculos de luces en los edificios emblemáticos, desfile militar, coros por las calles, banderas por doquier y un espectáculo de fuegos artificiales que me estoy perdiendo ahora mismo por haber venido al aeropuerto (para encontrarme con un retraso de 3 horas en mi vuelo de Ryanair… looser…).

Así que aquí nos plantamos con Aurelio, y aprovechamos un par de días extras para conocer un poco la ciudad. Un destino interesante y manejable para venir 3 o 4 días, ciudad bonita, arreglada, arquitectura elegante, jardines agradables… Aún mejor en primavera o verano, con menos fresco y días más largos. Por si alguien se anima y quiere alojamiento barato, hemos estado en el hostal Cinnamon Sally, rollo mochilero pero tranquilo, limpio y agradable. Eso sí, mejor subir por el ascensor. Ayer al bajar las escaleras nos encontramos dos “cadáveres” durmiendo (¿) en sendas repisas y al volver había un charco de sangre en el suelo, tal vez fruto de la gravedad… No era demasiada, creo que todavía podemos dejar las comillas.
Pido perdón por los detalles macabros y me planto en el sábado por la mañana, cuando Valters, un letón muy simpático que también corría el rogaine, nos pasó a buscar por el hostal y pusimos rumbo a Kandava, un pueblecito situado a unos 80 kilómetros hacia el oeste donde estaba situado el centro de competición. El rogaine era en formato de 6h, de las 12 del mediodía a las 6 de la tarde, lo cual en estas latitudes implica que la carrera tenía una aproximadamente una hora y media de noche. Día gris y tres tristes grados, pero con ganas de ver qué nos encontramos en este terreno presumiblemente diferente. Con más tiempo que de costumbre (1 hora) nos dan el mapa y preparamos la estrategia:

 

Cosas que tenemos en cuenta:
-          OJO! Las curvas de nivel son cada 2 metros, en lugar de los 10 o como poco 5 a los que estamos acostumbrados. Eso significa que nos va a costar apreciar los desniveles del mapa en la realidad (ya te digo…)
-          Subdividimos en cuadrantes de áreas similares, como siempre y nos queda la siguiente distribución: Noreste, 62 puntos; Sureste, 55 puntos; Suroeste, 52 puntos; Noroeste, 59 puntos. Bastante repartido, pero parece que es más difícil la parte este que la oeste (menos caminos) así que vamos a empezar hacia el este.
-          Hay muchas balizas de poca puntuación (2’s y 3’s) cerca de la salida. Vamos a optar por salir “recto” sin perder tiempo al principio y dejando para el final muchos de esos controles, que permiten flexibilizar la estrategia y suponen poca pérdida en caso de tener que renunciar a ellos.
-          Hay muchas zonas prohibidas (rayas rosas) y sólo dos puntos por los que se puede cruzar el río central.
-          Hay dos puntos de agua, pero teniendo en cuenta la temperatura puede que con uno (el de la baliza 56) tengamos suficiente.
-          Como siempre, la idea será unir todas las balizas dejando bucles que nos permitan adaptar la estrategia renunciando a balizas a medida que sea necesario

Teniendo en cuenta esto la verdad es que la estrategia sale bastante fácil:
-          Salida por 24-23-30-41-52
-          Zona norte por 52-40-50-61-70-60-80
-          Bajada hacia el sur por 80-51-62-71-72-53-54-74
-          Zona sur por 74-81-64-73-63-69-42-82-65-56
-          Subida hacia el norte por 56-68-55-46-34-45-67-33-44-83-58-75
-          Y final por 75-57-66-43-31-21-20-32-22

Algo despistados nos coge la cola para entrar en el recinto de salida y con ello al arrancar tenemos algo lejos a los primeros equipos, que han salido con la misma intención que nosotros. Primer error de la jornada. Siguiendo a la marabunta caen los primeros controles. Hay muchos participantes y la gente no va de campo y playa. Aprovechamos el tramo de carretera camino de la 30 para pasar a bastante gente, aunque se ven a lo lejos dos equipos que van a buen ritmo y ya están en la baliza. Tras coger la 41 por la carretera del norte (rodeo tal vez innecesario), empiezan los primeros problemas serios camino de la 52. Entre seguir a otro equipo y no identificar bien el relieve, no atinamos bien la baliza y perdemos el primer par de minutos. La 40 es fácil pero vuelven los problemas camino de la 50, por terreno de bastantes ramas donde avanzamos lento y torpes, sin llevar tampoco una buena orientación. Esto nos sume, a mí por lo menos, en una mala dinámica que acompañará durante toda esta zona noreste. Tengo la sensación de que no identifico nada bien y que si no fuese por los demás equipos que van siguiendo el mismo camino, no encontraríamos las balizas ni a palo. Además me parece que no avanzamos rápido. El terreno se nos hace difícil, tengo la sensación de que más que a la gente que nos vamos encontrando. El tramo 61-70 y el 60-80 me parecieron especialmente malos.
Al poner rumbo sur el tema es un poco más fácil, apoyándonos en el terreno abierto (naranja) y un canal que accede a la 51. En plan conservador hacemos 62 todo por camino y al llegar vemos que un equipo que ha salido al mismo tiempo de la 51 y ha hecho campo a través ya ha pasado (derrota moral). Estoy bastante desmoralizado. Vale que es un terreno al que no estamos acostumbrados, y todo lo que tú quieras, pero si queremos competir con quien sea tenemos que saber adaptarnos a lo que nos echen y está claro que ahora mismo…
En fin, la 71 parece que endereza un poco las cosas y también la 72, muy fácil apoyándose en un lago. Con estos puntos relativamente sencillos y supongo que también a medida que nos vamos acostumbrando al mapa, las cosas mejoran y la 53 nos sale bien a base de identificar correctamente la zona semiabierta (naranja con blanco). Habiéndole pillado el truco a estos espacios semiabiertos también nos sale bien la 54, y de ahí la 74 se hace básicamente por camino hasta un corto ataque en dirección suroeste. Por rumbo y apoyándonos en el espacio abierto (naranja) hacemos la 81 y siguiendo el canal hacia el suroeste para después seguir camino hacia noroeste fichamos la 64. Las cosas han mejorado claramente y buscamos aprovechar al máximo el tiempo que nos queda con luz. Rumbo norte por abierto y camino para atacar la 73 desde el sur, también sin problemas. Para la 63, ponemos rumbo noroeste siguiendo algo de huella que a estas alturas ya se ha formado. Avanzamos rápido y por poco nos la pasamos. Seguimos al noroeste hasta salir a la carretera y vamos todo por camino hasta la 69, para volver después al sur hasta la 42. Sigue la tónica sencilla y apacible por 82-65 y 56. De camino a la 68 decidimos empezar a soltar lastre porque aún tenemos la esperanza (errónea) de llegar al extremo norte, así que renunciamos a 46 y 34. La 55 sale fácil por camino y la 45 también entre caminos y bordes de vegetación. Las últimas luces del día nos permiten llegar a la 67, a los pies de un árbol característico. Ahora sí sacamos los frontales y nos vamos rumbo a la 44 dejando (erróneamente) la 33. Avanzamos apoyándonos en una valla que resulta ser bastante incómoda y nos hace perder unos minutos preciosos. Al llegar a la 44 está claro que debemos renunciar también a la zona norte. Vamos a buscar la 83, la 58 y nos volvemos para barrer la zona cercana a la meta.
La 83 no tiene más historia que correr por la carretera rumbo noroeste. Noto que al menos me siento físicamente bastante bien y puedo mantener un buen ritmo a pesar de la kilometrada que llevamos. Deshacemos camino y nos vamos a por la 58, que se antoja como la última baliza difícil que nos vamos a encontrar. La resolvemos bastante bien entre el bosque, a pesar de ser ya noche cerrada. Una vez salvado el último escollo complicado, volvemos a correr a zancada limpia por la carretera para ir cubriendo los puntillos de 21-31-20-32 y 22, sin más dificultad que sacar las fuerzas para mantener un buen ritmo que nos asegure que llegamos a tiempo. Finalmente cubrimos la 22 y subimos los últimos metros hacia la meta. Al cruzar el parking coincidimos con otro equipo y con el aliciente aprieto un poco para entrar por delante suyo, más por orgullo que por otra cosa. En el último momento los tipos atajan por un recodo y acaban fichando antes que nosotros a la llegada. Joder… Mira que si nos ganan por esto… (en caso de empate a puntos gana el que llega antes).

Sensaciones contradictorias mientras vamos a descargar el Sportident para saber el resultado. Yo tengo la sensación de que las 2h30 primeras hemos ido demasiado lentos e inseguros y que eso nos va a penalizar. Cierto que, en lo positivo, la segunda mitad de carrera ha sido bastante buena, tanto a nivel de orientación como en lo físico. Nos ha salido la friolera de 52,2km, la mayor distancia que hemos hecho nunca en un rogaine de 6h. Cierto es que el terreno era llano, pero también que había trozos de avance bastante incómodo por la vegetación. Sale el veredicto… Tercera posición con 200 puntos. Primer golpe: los segundos tienen 201 (y son precisamente con los que hemos esprintado, si llegamos a empatar aún hubiese dado más rabia…). Segundo golpe: los primeros han hecho 222 puntos, y por si fuera poco les han sobrado 22 minutos (lo cual quiere decir que se han equivocado renunciando a las dos balizas que han dejado a media carrera). Un repaso en toda regla. No sé cual de los dos golpes hace más pupa…

Es verdad que el equipo ganador está formado por dos corredores del equipo nacional de orientación (orientación específica quiero decir), que hacen larga distancia (en orientación específica significa 1h30 aprox.) y por tanto llegan con solvencia a las 6 horas de un rogaine corto, que se conocen bien este tipo de terreno… Todo lo que quieras, pero al final todos tenemos dos piernas, dos brazos y un cerebro y si quieres competir por todo, no te pueden sacar 4 o 5 balizas y significa que hay cosas muy mejorables. En este sentido, para empezar cometemos un fallo al ir directos de 67 a 44 en lugar de ir por 33, opción que además de darnos 3 puntos más y la segunda posición, viendo los parciales hubiese sido más rápida al coger más trozo de camino. Segunda cuestión, la orientación en la primera parte ha sido bastante insegura, por no decir directamente mala. Rumbos poco sólidos, mala elección de puntos de referencia, mala identificación de las zonas semiabiertas (claves en esta zona)… En este sentido tenemos algo de excusa por lo novedoso del terreno, pero bueno… Y tercera cuestión, así como es cierto que cuando se trata de tirar puramente de físico tenemos un ritmo bastante competitivo, cuando tenemos que movernos por terreno de vegetación incómoda nuestra velocidad se resiente mucho y es insuficiente para luchar con gente que se mueve bien. Así que nada, también está bien tener curas de humildad y darse cuenta de los puntos que se han de mejorar! La semana que viene más balizas en el Rogaine de Pardines.

Besos y abrazos

domingo, 11 de noviembre de 2018

Rogaine de les 3 Valls

Muy buenas!

Debía varias crónicas, lo sé, pero ha sido un mes y medio de locos y el día ha seguido teniendo sólo 24 horas, así que pido disculpas por las aventuras no explicadas. Por un lado el Trail Bisaura, una carrera de 82 kilómetros y 5100 metros de desnivel positivo por la zona norte de la comarca de Osona, entre Vic y Ripoll. Un recorrido ejemplar, descubriendo rincones de lo más pintorescos. En cuanto a mi rendimiento, medalla de chocolate en un día en que las fuerzas ya notaron el declive de la temporada. Aún así contento por pelear la carrera. Felicidades a Javi por el carrerón que se marcó y por esa gran victoria que espero que deje un buen sabor de la temporada.
Por otro lado el Medrano Trail Race, carrera de 37 kilómetros en un bonito rincón de la Rioja, en la que pude disfrutar gracias a la invitación de Pedro y Rubén. Prueba difícil, falta de ritmo en las piernas y un resfriado de narices (nunca mejor dicho). Resultado final, décimo puesto y la confirmación de que estamos ya con la reserva, física y mental. No obstante, un placer disfrutar de la compañía de Aurelio, Anna, Álex, Rubén, Pedro, Jesús... El fin de semana valió la pena!

De todas formas, voy a sacarle el polvo al blog con la crónica del Rogaine de les 3 Valls, celebrado el 27 de octubre en Sant Feliu de Pallerols. Lluvia constante, Winter is Coming, nueve horas empapados y congelados... En fin, suerte que somos gente austera... ¿Hay alguien nuevo? Recordatorio de las normas del juego: mapa con un cierto número de balizas (62 en este caso) y un cierto tiempo (aquí, 9 horas) para hacer el máximo número de puntos posible. Cada baliza tiene la puntuación que indica la cifra de las decenas (83, 8 puntos; 34, 3 puntos; etc.). Antes de empezar, 30 minutos para preparar la estrategia que nos parezca óptima. Combinación de estrategia, orientación y físico. Como siempre, Aurelio fue mi compañero de batallas. Protegidos de la lluvia dentro de una sala, este es el terreno de juego que nos encontramos:

Cosas que nos encontramos:
- Mapa montañoso formado por tres valles (como indica el nombre de la carrera) y un cuarto valle que actúa como eje en el borde suroeste del mapa.
- No hay zonas llanas o que parezcan más rápidas, mas allá del fondo de los valles donde hay bastantes parcelas de campos.
- Pocas líneas claras de conexión fácil de balizas. Como mucho la 91-50-61-62-100-81 en la zona noreste (aunque poco aprovechable porque deja bastantes puntos a los lados: 90 al este, 98 y 77 al oeste); o 85-55-45-95-44-75-93-64, en la sierra central (pero con problemas similares por las balizas situadas a un lado y otro, y por presentar la carena desniveles importantes que previsiblemente ralentizarán el ritmo).
- Pocos avituallamientos líquidos, sólo dos, que por tanto deberán tenerse en cuenta a la hora de preparar la estrategia.
- Vegetación bastante homogénea por todo el mapa, y en general impenetrable (verde oscuro), cosa que obligará a basarse sobre todo en la circulación por pistas y senderos.
- Subdividimos el mapa en cuadrantes para hacernos una idea de cuántos puntos hay en cada zona. Dividiendo en cuatro cuadrantes esto es lo que hay: suroeste, 34 puntos (cuadrante muy recortado por la leyenda); sureste, 90 puntos; noreste, 180 puntos; noroeste, 85 puntos.
- Esa distribución es un poco engañosa porque los cuadrantes noroeste y suroeste están muy recortados por la leyenda y los logos, pero aun así queda claro que en el cuadrante noreste hay mayor densidad de puntos y por tanto habrá que asegurar que destinamos tiempo a esa zona. Es cierto que el cuadrante es montañoso y puede ser lento, pero no me parece que mucho más que los demás.
- De todas formas en global parece una estrategia complicada, con muchas balizas incómodas, mucho desnivel y pocas conexiones evidentes.

Con las ideas poco claras acabamos decidiendo salir hacia el sur (recordemos que al salida es el triángulo) con la esperanza de poder recoger algunos puntos fáciles (46-31-86-67), para después subir por 76-57-85-55-45-95-54-44-75-93 y de ahí meternos en el cuadrante nordeste por el avituallamiento, 83-65-47-66-88-91-60- 90 o 50- ... Con bastantes dudas se acaba el tiempo y no hemos acabado todavía la estrategia. Bueno, aunque no sea lo óptimo ya veremos sobre la marcha.
La salida nos pilla sin la cabeza ni la concentración necesaria, así que salimos camino de la 46 algo desorientados. Acabamos encontrándola más por seguir a los demás que por méritos nuestros. La 31 confirma nuestra falta de concentración y perdemos 6-8 minutos por culpa de buscar la baliza más lejos (al este) de la cuenta. Saliendo al norte por el Carrilet llegamos rápido a las proximidades de la 86, pero el acceso no es claro y acabamos atacando desde el norte (error, había un acceso por el sur) y buscando al baliza en un tramo de río bajo unos cortados. La baliza acaba apareciendo en una cueva tras una puertecilla. En vistas del tiempo que hemos perdido decidimos empezar a soltar lastre y renunciar a las balizas del extremo sur (67-76-57). No son pocos puntos pero está claro que va a ser una carrera en la que se tendrán que dejar bastantes balizas. En lugar de eso subimos hacia la 85 y de ahí empezamos el periplo hacia el norte. Las cosas se enderezan y exceptuando algo de confusión en la 45 (mala toma de referencias en la valla al norte de la baliza) no cometemos grandes errores de orientación. No lo he dicho, pero lleva toda la carrera lloviendo y a pesar del impermeable vamos empapados y con bastante frío. El terreno es técnico, con rocas delicadas, patinaje sobre barro y zarzas por doquier. Un panorama delicado que pone a prueba el humor del más optimista. Suerte que yo voy con el número uno en ese sentido. Modificando un poco lo previsto cubrimos la zona de la siguiente manera: 85-55-45-95-54-53-51-73-93-44-75. Un ejemplo claro de las dificultades lo encontramos en la baliza 44, a la que accedemos bajando desde la 93, al norte. Toca rodear un cortado y no hay manera de encontrar paso. Acabamos bajando por una canaleta embarrada al oeste de la baliza, llena de zarzas que acaban haciendo un boquete en mi impermeable. Joder, vaya terreno...
Pasamos por la 83 y vamos al avituallamiento, a ver si nos sube la moral minada por la lluvia y el frío. Las siguientes balizas las vamos cubriendo mayoritariamente por caminos: 65-47-66-88-91. Problemas en este tramo, algo de vegetación en la 47 y confusión a la llegada de la 91 (la buscamos demasiado pronto, al sur). La siguiente zona es complicada porque hay bastantes puntos mal conectados y que obligan a mucho desnivel. Al final optamos por la siguiente opción: 91-60-90-50-98-77-61-62-100-81. Los parciales nos salen lentos pero son muchos puntos, así que es lo que toca. Seguimos empapados y congelados. Es todo un ejercicio de abstracción ante las inclemencias del ambiente. "Qué bonito es el deporte!" ironiza Aurelio... "Mmmmm, que frescor tan rico en los pies!" bromea al cruzar una charca... Cosas que hacen más fáciles las carreras...

Sin mayores problemas de orientación llegamos a la 81 en el extremo norte. Nueva evaluación de la situación para trazar el recorrido hasta el avituallamiento. Optamos por 63-92-80-97-ida y vuelta a 71 desde arriba -69-59-78 y avituallamiento, recorrido que cubrimos sin mayores problemas. Sorprendentemente me sobra agua y quedan sólo un poco más de dos horas, así que pasamos de largo. Vamos a cubrir una zona con balizas bastante juntas. Escogemos la secuencia 40-70-72-64-82-41, que nos sale con una serie de parciales bastante buenos. Queda 1h20 y vamos a hacer una última subida al norte para intentar recoger alguna baliza más de alta puntuación. Eso nos cuesta un parcial de 22 minutos hasta la 87, que nos deja con una hora de margen. Toca pensar en la vuelta hasta meta, que definimos como 68-74-84-48-32. Son 6 parciales (contando el 32-meta) para los que nos debería dar tiempo teniendo en cuenta que hay bastante bajada. Las cosas transcurren sin grandes contratiempos, más allá de algo de confusión para encontrar el punto de cruce de la carretera. Llegamos a meta con 8 minutos de margen, con la sensación de haber hecho una buena carrera después de una primera hora con muchos fallos.
Las buenas sensaciones globales se confirman al salir los resultados. 319 puntos y una buena victoria en un terreno y estrategia complicados. Un día de balizas en condiciones adversas pero que con un compañero como Aurelio siempre pasa más fácilmente. Con motivo de la entrega de premios aprovechamos para presentar un nuevo proyecto impulsado desde la FCOC (Federació Catalana de Curses d'Orientació), con la creación de una selección catalana de cara al Campeonato del Mundo, que se celebrará en La Molina en julio de 2019. Un servidor será el encargado de gestionar las actividades de preparación. Esperemos estar a la altura, que nos sirva a todos para aprender y que el campeonato salga lo mejor posible.

Besos y abrazos