Buscando una carrera interesante para cerrar la temporada de montaña en el mes de septiembre, enseguida fui a parar a la Rialp Matxicots. Una carrera con buena fama por su carácter popular, buena organización, recorrido técnico y bonito... Son 82 kilómetros con 6100 metros de desnivel positivo, describiendo una especie de ocho con centro en el pueblo de Rialb en el Pirinieo de Lleida. El primer bucle sale hacia el oeste subiendo de golpe hasta el Montsent de Pallars (2880m) y suguiendo por rincones de alta montaña hasta la pista de esquí de Espot y volviendo por la Vall de Caregue en dirección a Rialb. Los últimos 28kms suben hacia el lado opuesto hasta les Penyes d'Auló y después nuevamente por la vertiente oeste hasta el pueblo abandonado de Sant Romà de Tavèrnoles. La particularidadde esta carrera es que su recorrido pasa por todos los pueblos del municipio de Rialb y lo hace evitando al máximo posible los tramos de pista, utilizando senderos bastante técnicos. Si a eso le añadimos una relación entre distancia y desnivel acumulado importante (del orden de la de carreras como la Ronda dels Cims), tenemos ante nosotros un recorrido bastante exigente.
Personalmente me presenté a la carrera con algo de incertidumbre sobre mi estado de forma. Después del mundial de rogaining hice una semana de descanso en Lyon más una segunda en Perú donde por trabajo no tuve tiempo de retomar los entrenos. La siguiente semana me la pasé caminando por la Cordillera Blanca, mochila a la espalda y en altitud, lo cual supuso un buen entreno, pero todo de caminar y caminar. Por último la semana pasada zanjé la preparación con un par de rodajes suaves durante la semana.
Con incertidumbre pero con ganas, me presento en la salida el sábado a las 5.30 de la mañana. Me encuentro con un montón de amigos, Jaume, Salvador, Ruben, Tomas,... Veo también a Nahuel Passerat, a quien no conozco todavía pero que siendo el ganador del año pasado y tercero en la Ronda dels Cims de este año, para mí es el gran favorito para ganar la carrera. Le oigo hablar con algún otro francés (ya sé cómo las gastan, seguro que no han venido de paseo!). El nivel no está nada mal y hay bastante gente que potencialmente puede estar por delante mío, así que vamos a ver qué tal se nos da el día. La cuenta atrás acaba con las especulaciones y las dudas y salimos callejeando por el pueblo. Vamos torciendo a derecha e izquierda siguiendo a un tío con una bici. Intento colocarme más o menos aunque sin pegarme un calentón. Finalmente salimos del pueblo y tomamos un sendero donde empieza la dinámica de caminar-trotar. Intento ubicar la carrera. Tengo seis o siete corredores delante. Hemos salido juntos los de la modalidad ultra (82km) y la modalidad trail (52km), así que no sé exactamente mi posición. De todas formas el ritmo me parece bueno, vivo, pero me noto con las piernas frescas y la respiración correcta, así que me doy por satisfecho.
En medio de la noche se van sucediendo tramos de sendero en subida con pequeños toboganes. Me meto en un grupito de cuatro donde está también Ivan Artigas y otros dos corredores que no conozco pero que como Ivan hacen la de 52km. "Ei Ivan! Qui hi ha davant?"..."En Gamito"... "Només en Gamito?"... Eso querría decir que voy primero de la ultra, así que me calmo un poco y sigo subiendo al ritmo del grupo. En esa dinámica cruzamos un pueblecito, donde me encuentro a mis padres. "Cuantos van delante?"... "Dos y después vosotros". Aps, entonces hay otro corredor no identificado... Debe ser Nahuel. Bueno, de todas maneras para mí este ritmo es bueno así que toca dejar de mirar delante y detrás y fijarme más en mis sensaciones y en comer y beber bien. Y la verdad es que mis sensaciones de momento son buenas. En las subidas troto poco a poco pero con cierto dinamismo y en las bajadas en seguida noto que recupero las pulsaciones y la respiración. Con esta dinámica llego al avituallamiento de Seurí (km9), donde mi padre me dice que los de delante han pasado a 3 minutos.
Acabo de comerme un minibocadillo (queso con mermelada) de los que llevo, así que cojo un trozo de naranja para complementar y sigo adelante. Salimos callejeando por el pueblo y conectamos con una pista en bajada que nos deja en la subida definitiva hacia el Coll de Triador. A Seurí hemos llegado 7 u 8 corredores bastante juntos (creo que la mayoría de la Trail) pero ahora nos quedamos delante un tal Xavi y yo. Va un poco a tirones pero su ritmo medio me va bien. Van apareciendo las primeras luces que muestran una bonita ladera de prados donde las vacas se preguntan qué narices pasa hoy con tanto zumbao con camisetas de colores. Apago el frontal y tiro a ritmo de bastones hacia el collado, que me parece sorprendentemente próximo. Señal de que las sensaciones son buenas y la moral alta. Llegando arriba paso a Xavi y asomo a lo alto de la loma, justo cuando llega otro corredor por detrás. "Eres el primero?" (ponedle acento francés a la pregunta ;-) )... "No se, diría que delante está Nahuel"... "No, no, Nahuel va detrás"... Pues entonces si... parece que vamos primeros. El chico en cuestión es Thomas, de Toulouse. Aprovechamos 200 metros de pista en bajada para charlar un poco mientras llegamos al avituallamiento.
Relleno algo de agua y cojo un par de trozos de fruta y salgo junto a Xavi y unos metros detrás de Thomas, que ha pasado por el avituallamiento como un rayo. "A veure si empaito a aquest home..." le digo y salgo detrás de Thomas para ver si puedo ponerme a rueda y seguir el ritmo. Le recupero algo mientras la pendiente es moderada, pero a medida que nos vamos acercando al resalte final del Montsent de Pallars el terreno se pone tieso y veo que él sube mejor que yo. Si me cebo voy a salir de punto, así que sigo a la mía, por terreno francamente duro. Creo que el camino más convencional sube más la derecha, al solecillo, pero a nosotros las banderolas nos llevan totalmente recto hacia una canal y a la cima. A quien si alcanzo es al corredor que iba segundo, un chico con un cortavientos rosa que está parado con los brazos en jarra. "Osti, no estic gens fi a les pujades avui, no sé què em passa..."... Pero si no hemos hecho más que subir de momento... La verdad es que el hombre tiene pinta de haberse salido de punto cosa fina. En fin, le animo y sigo a lo mío, bastones y para arriba. Voy bastante lento pero es que el terreno no da para más. Thomas me saca algo de ventaja poco a poco pero la distancia debe estar entorno al minuto si llega. Sigo más preocupado de llevar mi ritmo que de las distancias, que no queda nada... A medida que me acerco a la canal que da acceso a la cima aparece una nueva preocupación. Tengo las manos congeladas. Tengo los guantes en la mochila, pero como veo el sol que da un poco más a la derecha me digo que pronto saldré al calorcillo y todo irá bien. Estúpido, lo sé. La cuestión es que no siento ni el pulgar ni el índice de las dos manos y llega un punto que hasta me cuesta coger el bastón. Peleando con mis dedos acabo saliendo a la loma cimera a unos 100 metros de Thomas. Hay un montón de gente en el control de la cima que nos anima! Con el frío que hace...
Así está la carrera, Jordi Gamito de la trail, a lo suyo, ni lo hemos visto, detrás venimos Thomas y yo, y los que vienen detrás mío si no me equivoco también son de la de 52km. Me gusta el ritmo que llevo así que sigo a lo mío y con la recuperación de las manos como preocupación principal. Bajo un tramo técnico mientras me golpeo las piernas con las manos e intento comer otro minibocadillo. Demasiado... Acabo en el suelo. Con un punto más de cuidado sigo por zona de tarteras, alta montaña de la buena y con unas vistas espectaculares. Aneto a un lado (casi no lo reconozco, pelado de nieve como está...), Pica d'Estats al otro, todo con el color rojizo de la mañana. Algo de terreno rompepiernas da acceso a la subida al Montorroio, otros 200m de repecho que hago manteniendo distancias con Thomas (sigue el minuto más o menos). Paso por el control de la cima y bajo hacia un collado donde hay una tienda y un tío haciendo fotos (había un montón de voluntarios haciendo fotos... viene bien para la crónica ;-) ), y de ahí voy bajando por una bonita vaguada de prados hacia unos lagos que hay al fondo del valle. Veo que le voy recuperando terreno a Thomas. Raro, porque normalmente es en la subida donde recupero y en la bajada donde se me van... Sin cebarme y siguiendo con la rutina de alimentación (ahora toca un quesito de membrillo) pero voy recortando hasta que le alcanzo poco antes de llegar al avituallamiento del Pas de Mainera (km26).
Acabo de comer, así que cojo algo de fruta, que es lo que yo no llevo, y sigo adelante. Thomas me alcanza "Ça va Albert? Tu es en forme!"... Hombre no me quejo pero tú en la subida vas como una moto... Enseguida el terreno se vuelve a poner tieso subiendo hacia Les Picardes, así que la conversación se termina y Thomas vuelve a poner un ritmo excesivo para lo que considero prudente para mí, así que vuelvo a dejar unos metros y poner mi ritmo clásico de "dos pasos - un bastón - una respiración". Con algún pequeño trote en un descasillo pero por lo demás, vuelve a ser una subida francamente dura hasta los 2700m. Me tomo con calma el inicio de la bajada para comer algo y cambiarle el agua al canario. Eso hace que Thomas se me vaya algo más y en la bajada tenga que poner un plus de atención para seguir las banderolas. Tampoco supone demasiado problema, la verdad es que el marcaje es muy bueno y es fácil seguir el recorrido incluso aquí que no hay demasiado sendero. Voy avanzando por pequeños toboganes herbosos hasta que llega un punto en que el sendero hace un flanqueo a la izquierda y me deja en una loma que conecta ya con las pistas de Super Espot. El resto de la bajada es por pistas de esquí, sin más historia que la de intentar reservar los cuádriceps. En este plan llego al avituallamiento de Super Espot 1900 (km33).
"Te lleva cuatro minutos" me dice mi padre. Pues bien... Sigo pensando que llevo el ritmo que me toca, así que si el va más rápido porque puede, pues mala suerte. Venía comiendo, así que como algo de fruta, repongo el Powerade y salgo a por la siguiente subida, de unos 400m. No miro atrás... No sé cómo viene la carrera pero desde la Ronda dels Cims de este año he adoptado una dinámica de nunca mirar atrás. Creo que muy pocas veces conduce a algo bueno. La subida consiste en una gran S, derecha-izquierda-derecha, primero por pista de esquí y después por un sendero. Se me pasa bastante rápido con mi marcheta de paso-bastón-respiración. No veo a Thomas, pero estoy contento, me siento bien, esforzándome, pero con sensación de sostenibilidad. En la cima el recorrido conecta con una pista que sigo durante unos 300m, para coger después unas trazas que van siguiendo la loma nuevamente en dirección a Rialb. Más adelante las banderolas me llevan hacia un sendero que baja a la derecha hacia el fondo de la Vall de Caregue. Se trata de un senderillo estrecho pero corrible a ritmo aceptable en su gran mayoría, aunque la parte que discurre por el fondo del valle es de esas con toboganes que te van desgastando. Lo cierto es que los 7 u 8 kms de bajada hasta la Ermita de la Mare de Deu de la Muntanya (cuántas ermitas deben llamarse asi en Cataluña?) se me hacen largos (creo también que aquí debería haber comido algo... ya sabéis, a toro pasado todos somos Manolete...). Paso por la ermita (km43-44) ya algo justo de agua, pero de ahí el terreno es cómodo hasta Caregue, donde hay avituallamiento. A todo esto llega un corredor por detrás... Miro el dorsal... 300 y pico... Ufff, es de la trail. Le dejo pasar, porque entre que va mejor que yo y que está ya cerca del final de su carrera, su ritmo no es el mío. Llego a Caregue (km46), nuevo avituallamiento.
"El primero ha salido hace un minuto"... mi padre, que me vuelve a pasar referencias. Yo estoy a la mía reponiendo líquido y comiendo algo más de fruta, asi que hasta que no me largo no empiezo a asimilar la informacion. Será que va justo? Se habrá pasado de rosca? O quizá como han llegado justos al avituallamiento mi padre se ha confundido y ha visto salir al tipo que era segundo de la trail... En fin, no sé, pero una vez más opto por focalizar mi atención hacia mí mismo, porque en este úlitmo tramo de bajada he tenido la sensación de que perdía algo de la alegría del principio. Venga, saca otro minibocadillo... Ahora toca de paté... Llego al fondo del valle, cruzo el río y subo hacia el pueblo de Escàs. El minibocadillo todavía no ha hecho efecto y en cambio el sol aprieta, así que el primer tramo de subida me cuesta. Incluso la cabeza falla algo y pierdo un momento las marcas. Deshago unos metros y veo que viene otro corredor... 400 y pico... Uffff, otra vez... "Què ets de la Ultra? Osti què valent!"... Espero que no lo haya sido demasiado... "Venga que ja és teu això!"... "No, no, n'hi ha un altre per davant"... "Què saps quans n'hi ha de la Trail?"... "Vas tercer"... le digo... "Osti! Tercer?" Y el hombre me pasa la mar de animado y va en busca de un podium que tiene en el bolsillo. Yo sigo a la mía y poco a poco parece que el bocadillo de paté llega a los músculos, mas o menos al final de la subida. No está mal, porque eso me da un puntito de alegría y agilidad para la bajada y llego con fuerzas y cabeza renovadas al pueblo de Surp y los últimos dos kilómetros de bajada a la Barraca dels Caçadors. Poco antes de llegar un voluntario me dice que el primer acaba de pasar y que el avituallamiento está a 800m. Bueno, así que realmente parece que Thomas lleva dinámica negativa, porque yo también la llevo y aún así le he recuperado. Salgo a los úlitmos 200m de carretera y celebro un auto-consejo de guerra. Vuelvo a encontrarme bien, pero le he visto un poco las orejas al lobo, así que toca comer aqui algo más consistente. No importa perder 5 minutos, porque quedan tres subidas y el calor aprieta cada vez más. Llego al avituallamiento justo cuando sale Thomas...
"No ha parado?"... "Casi nada"... Tengo la impresión de que eso le puede pasar factura después, así que aún con mas motivo me pongo un plato de pasta y me la como mientras me ayudan a reponer líquido en los bidones. Repito algo más de pasta, algo de fruta para postre y salgo de nuevo a la batalla. Y aquí vino el lío... "Por dónde es?" pregunto... "Hacia arriba"... me señalan una pista. Osti, yo pensaba que cruzábamos el río y empezábamos a subir por el otro lado. "Seguro?"... "Si, si"... Efectivamente las cintas van hacia arriba así que hacia allá me voy, pero la pista hace una revuelta y sigue subiendo y subiendo... Osti, tanto hemos de subir por aquí?... Por ahí viene una chica, le voy a preguntar... "Ha pasado el primero por aquí?"... "No, hace un cuarto de hora que paso por aquí y no ha pasado nadie, tu eres el primero"... Mierda... Seguro que me he pasado un desvío y estoy subiedo por donde es la última bajada, por eso hay marcas... Estrés... Me saco la mochila y cojo el movil... Llamo a mi padre... "Pásame a alguien de la organizacion que creo que estoy yendo por donde no es"... Mi padre se estresa al cuadrado y veo pocas opciones de resolver el entuerto por teléfono (otro error por mi parte) así que voy bajando de nuevo hacia el avituallamiento. Llego algo mas calmado, pregunto y resulta que yo iba bien y que es Thomas el que se ha colado y se ha ido hacia Rialb. De hecho llega justo al mismo tiempo que yo y sale hacia la pista mientras dice una y otra vez "No entiendo nada"...
Inciso: esto es lo que ocurrió, no se el tiempo que perdimos, si fueron 5 minutos, o 10... el problema seguramente es también la cortada de rollo y ritmo que eso supone. Pero si una cosa ha de quedar clara es que yo no ví ningun fallo por parte de la organización. A mí me indicaron bien y Thomas se fue hacia Rialb tomando un camino donde había dos flechas que indicaban "Trail" hacia Rialb y "Ultra" hacia el otro lado. En mi opinión el fallo fue nuestro, de Thomas por no ver esas flechas y mío por dudar como un imbécil de lo que te han dicho y doblemente imbécil por no tomártelo con más calma y hablar por el móvil con alguien en lugar de volver a bajar.
A todo esto mientras salimos con Thomas por la pista llegan más corredores, Prefiero ni mirar, pero al final acabo viendo que uno de ellos es Nahuel. Vamos que nos pisan los talones... Pero bueno, salimos pista arriba, Thomas delante enchufado y yo detrás intentando calmarme. Volvemos a pasar por donde yo habia llegado y 100 metros más adelante el camino empieza la prometida bajada hacia la carretera. Comentamos un poco el percance justo antes de empezar la subida y tomamos un camino que empieza a ascender haciendo eses. Al cabo de un rato cedo algo de distancia, pero nos mantenemos los dos a unos 20 metros hasta llegar a una pista que parece que llanea hacia Beraní. Veo un cartel que pone 30' al pueblo así que deben ser un par de kilómetros. Noto que los macarrones empiezan a llegar a los músculos y que vuelvo a trotar con mas alegría camino del avituallamiento (km60). Mientras repongo Aquarius y agua ocurre lo que me venia temiendo hace un rato. Aparece Nahuel y otro corredor. Vamos que si me descuido, de ver factible la primera posición puedo pasar a quedarme sin podium. "Bravo!" me dice Nahuel... No muy bravo me temo...
Algo estresado decido largarme. Como salga detrás suyo me da que ya no los alcanzo, así que almenos que sean ellos los que me pillen. Pongo mi marcheta y al cabo de 500m llegan Nahuel y el otro compañero, Alberto, un chico de Girona. Thomas va un poco más atrás y parece que la llegada de dos nuevos jugadores le ha dejado tocado moralmente. Nahuel, se queda un poco con él e intenta animarle, Alberto tira para adelante y yo me quedo por ahí en medio esperando a ver si los macarrones acaban de hacer su efecto. Parece que sí, al cabo de un poco llega Nahuel y le dejo pasar pensando que no podré seguir su ritmo pero me sorprendo al ver que sí. Vamos subiendo por el bosque camino de les Penyes d'Aulò y con la ayuda de los palos vuelvo a tener sensación de agilidad. Miro arriba y veo que atrapamos a Alberto. Osti, va a estar entretenido esto, no tengo ni idea de cómo voy a quedar al final, pero bueno, vamos a lucharlo... Llevamos un puntito más, así que acabamos adelantándole y nos quedamos delante Nahuel y yo. Tengo la sensación de que Nahuel va bastante más fácil. Como vamos viendo bastantes por el camino, me empieza a hablar de setas. La verdad es que yo lo único que sé es que las rojas con puntos blancos que salen en los dibujos son venenosas. Lo siento tío, de ahí no paso. El hombre parece ser un apasionado y me empieza a decir los nombres de todas las que crecen en Ariège, donde él vive. Yo el ritmo más o menos lo sigo, pero en estos momentos no soy capaz de ofrecer una conversación muy interesante, y menos en francés y sobre setas. Me sabe mal porque Nahuel resulta ser un tio muy majo pero la cosa da para lo que da. Setas aparte acabamos saliendo a una pista que sigue subiendo suavemente. Nahuel se pone a trotar y yo detrás, pero noto que los macarrones están llegando ya al dedo meñique del pie. Soy imbécil, desde el avituallamiento grande sólo he comido un membrillo, un par de trozos de fruta y un "5hours", un botecito de esos energéticos que nunca sé si realmente funciona o no. Con el estrés he descuidado la alimentación... Me acordaré de ello.
Afortunadamente la subida termina en un avituallamiento (km64) y pillo un par de trozos más de sandía. Empiezo a bajar pero pierdo a Nahuel de vista. En cambio al poco llega Alberto por detrás y con el iremos bajando por un camino con restos de la Guerra Civil y unas 458 revueltas, hasta el pueblo de Roní, sin más historia que un dolor creciente en las uñas de los dedos gordos de los pies. Llegamos al avituallamiento justo cuando sale Nahuel (km68).
En lugar de pararme a comer algo más sólido yo tengo ganas de enfrentarme y pasar la última subida cuanto antes, así que repongo líquido, otra fruta y adelante, así hago unos metros más tranquilo mientras me alcanza Alberto. Hacemos dos kilómetros de bajada por un sendero pedregoso y llegamos a la carretera, donde hay otro avituallamiento líquido (cuántos avituallamientos hay en esta carrera?), donde está David (Kako). "Ha pasado hace dos minutos"... Bufff, la verdad es que yo me estoy apagando. Tengo sed, calor y aunque no lo note, necesidad de comer algo. Me paro a echar un trago de Aquarius y mientras Alberto cruza el puente y sigue trotando por el camino del otro lado. Intento trotar yo también... Bufff, el tío del mazo anda al acecho, la pájara es inminente. Intento alternar caminar y trotar pero Alberto se me va. Llego a la subida definitiva hacia Sant Romà de Tavèrnoles con la esperanza de que poniendo mi ritmo de bastoneo mantenga el tipo. Nada, lo he perdido de vista y noto cómo durante los 700m de desnivel de subida me voy apagando progresivamente. Llego al pueblo abandonado con un calor de narices y un pajarón monumental. Miro de reojo a la izquierda con la esperanza de que el camino no suba más, pero temiéndome que no sea así. Al mismo tiempo estoy atento a ruidos que lleguen por detrás indicando la presencia de algún otro corredor. Eso sí, sigo tozudo con el tema de no mirar atrás. Estoy hecho caldo, pero me concentro en optimizar mis energías, tanto físicas como mentales. El objetivo es ir lo más rápido posible (por lamentable que sea ese ritmo) y no pensar en nada más.
Y de esa manera empiezo el recorrido por el sendero que va flanqueando la montaña en dirección a Rodés. Me tienen que quedar unos 6kms, no más, y los dos últimos son de bajada clara. Venga va... Me ayudo con los bastones, troto testimonialmente en el plano, pero a la que hay algo de pendiente para arriba me tengo que poner a caminar. Este es el tipo de terreno donde hay más diferencia de ritmo entre alguien que va bien y alguien que está para el arrastre. Y así estoy yo... En fin, no vale la pena dar muchos más detalles, esos tres o cuatro kilómetros fueron un auténtico via crucis. Me salvó que contra lo que suele pasar, las subidas no pasaban de pequeños repechos (me estaba temiendo algo peor) y también que bastante antes de llegar a Rodés, ya pude ver el pueblo, que era la luz al final del túnel.
Al llegar me encuentro con Elena. Le pillo un trago de zumo de manzana que me sienta de maravilla y medio a regañadientes le pregunto si viene alguien por detrás. "A quatre minuts"... 4 minutos? Bua, me pilla seguro. Si le llevaba 4 minutos hace un rato lo que no entiendo es como no me ha alcanzado todavía. A no ser que sea Thomas y que vaya igual de cocido que yo... En fin, me quedan 2kms de bajada, voy tirando y donde me tenga que pillar que me pille. Salgo del pueblo por un sendero y enseguida se ve Rialb ahí abajo. Tiene narices que después de toda la carrera primero, segundo o tercero me vayan a pasar en el ultimo suspiro. Pero la verdad es que en algunos momentos casi lo prefiero, que me alcance, que pase y yo bajo tranquilo hasta la meta... Pero no, alejo esas ideas... Para lo que queda hay que luchar lo que se pueda. Bajo con una agilidad lamentable, comiéndome todas las rocas y con bastantes molestias en los dedos de los pies. Revueltas y más revueltas, y el pueblo se acerca muy lentamente. Por fin salgo a la Barraca dels Caçadors, donde hay un cartel que pone "un km a meta". Todavía no me han cogido...
Directamente tomo una pista trotando y ayudándome con los bastones. Llego a la altura de un chico de la organización que me está esperando con un quad. "Quant queda?"... susurro... "Menys d'un kilòmetre"... Bufff, esperaba una respuesta tipo "detrás de esa curva está ya la meta". Pero no, todavía hay que bajar a la carretera y cruzar el pueblo. Pero llego a la carretera y todavía no ha aparecido nadie por detrás. Me tienen que quedar 500m, empiezo a pensar que igual sí que mantengo la tercera posición. Adelanto a un grupo de corredores de la trail que me dicen que me he equivocado, que la larga no es por aquí. No tengo fuerzas ni para contestar... Sólo me faltaría dar otra vuelta a estos últimos 28kms... El quad va tocando el cláxon y toda la gente que está por la calle me aplaude y me lanza gritos de ánimo. Miro para atrás, ahora sí, y no veo a nadie aparte del grupo de corredores de la Trail. Repito la mirada un par de veces y efectivamente no viene nadie. Parece que está hecho. La verdad es que no me quedaba mucho márgen para la emotividad, pero en la medida de lo que me permitían mis fuerzas, fue una llegada francamente emocionante, entre el cláxon, los gritos, los aplausos... Un ambiente de diez. Levanto la mano a modo de saludo con poca energía y respondo con algo que quiere parecer una sonrisa. Por fin llega la última curva a la derecha y veo a mi padre. "Donde está la meta?" le pregunto todavía... Ahí aparece... 50 metros, pensaba que no llegaría nunca! Me dejo caer prácticamente sobre el control de llegada, ficho, tiro los bastones y me quedo inclinado hacia delante intentando recuperar el aliento. La verdad es que habré cometido errores, no sé si lo podría haber hecho mejor o peor, pero lucharlo lo he luchado...
Balance de la carrera: sobre la carrera en sí, como espero que haya quedado claro ya, creo que es una de las mejores que he hecho. Un recorrido bonito, muchos avituallamientos y bien provistos, buen marcaje, buen trato, buen ambiente, muy buena relación calidad/precio... En resumen, una carrera que deja muy satisfecho.
Sobre mi actuación, en lo positivo, contento por haber estado prácticamente toda la carrera en la pomada y con opciones de victoria, y también por haber sabido luchar a pesar del pajarón, para mantener la tercera plaza. En lo negativo, el fallo que cometí en el kilómetro 53, perdiendo el camino y el tiempo por estúpido. Y también el no saber superar psicológicamente ese punto y descuidar la alimentación. Tengo un fallo recurrente y es que llega un punto de las carreras en que me dejo ir y abandono la disciplina de la alimentación. Es como si aceptase como normal que se tenga que llegar con la reserva. Tenía cuatro minibocadillos más en la mochila y unos chicles energéticos que había comprado expresamente y de los que no probé ni uno... Felicitar a Nahuel por la victoria y a Alberto por la segunda posición, a escaso minuto y medio (perdí 15 minutos respecto a ellos en estos últimos 10kms).
Con esta carrera se acaba la temporada de lo que son propiamente carreras de montaña. Durante otoño tocan algunos rogaines más, pero por lo demás a ir desconectando un poco de correr y descansar las piernas y la cabeza.
Besos y abrazos
Eres un fenómeno, vaya carreras que haces, y qué bien las cuentas.
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