El sábado pasado corrí el Rogaine Internacional de Vilassar 2014, carrera que formaba parte de la Copa Catalana de Rogaine. Era la tercera del año en la que participaba, formando equipo con Jaume como las dos veces anteriores (La Llacuna y Sant Bartomeu del Grau). La carrera se celebró en unas circunstancias especialmente tristes. Iñaki Pérez, miembro del equipo de orientación Farra-O, del grupo de los Koalas (que muchos aficionados al trail conoceréis) y persona muy cercana tanto a Jaume como a su compañera Mireia, murió la semana pasada. A los 43 años, estando de vacaciones, con la violencia y lo repentino de un problema cardiaco. De esas cosas que cuando las ves de cerca te hacen darte cuenta de lo poca cosa que somos y de lo necesario de aprovechar el día a día.
Yo personalmente le conocía simplemente de
habernos cruzado un par de veces en dos rogaines anteriores, pero le recuerdo
como un tipo agradable y sencillo esas dos veces en las que nos saludamos y
comentamos la jugada. Tanto lo que me ha contado Jaume como el discurso y las
reacciones que vi en todos los miembros de Farra-O me confirman y ensalzan esa impresión. Seguramente sería
pretencioso por mi parte decir que compartí el dolor de todos los amigos que
estaban allí presentes, pero es cierto que desde el momento en que me lo
propuso Jaume me sentí identificado con este pequeño homenaje en el que se convirtió
nuestra carrera y salí decidido a darlo todo para estar a la altura de las
circunstancias. Cambiamos el nombre del equipo por el de "Va per tu, Iñaki"
y corrimos con unas camisetas muy bonitas con su imagen y el lema "Bon
amic, millor persona i gran atleta".
Una vez explicadas las circunstancias que
rodearon la carrera, nos situamos el sábado a las 6 de la mañana. Al tratarse
de un rogaine de 12 horas el tiempo que dan para preparar la estrategia es de 1
hora, así que entramos tranquilamente y nos miramos el mapa con calma. La
salida y meta se encuentran en Vilassar, en la parte central e inferior del
mapa. Por tanto se nos presentan dos opciones a nivel global, recorrer el mapa
en sentido horario o antihorario. Como me va el cálculo mental, he pillado la
costumbre de dividir el mapa en cuatro cuadriculas para ver como están
distribuidos los puntos. Me salen 122, 111, 115 y 36 en la sudoeste, noroeste,
noreste y sudeste respectivamente (probablemente me equivocase, no lo comprobéis...).
Total que bastante equilibrado, exceptuando la cuadricula donde está la salida
y que le falta un cacho de mapa. Decidimos ir en sentido antihorario porque así
en la última zona nos pillan unas cuantas bastante juntas (62, 37, 83, 85, 63,
58) que pueden ser adecuadas para cuando lleguemos cansados. En cuanto a la
forma de salir, optamos por salir hacia la 57 y 41. El razonamiento es que de
esa forma después podemos conectar unas cuantas (41, 39, 64,...) que están
cerca unas de otras y así cogemos moral para empezar. Además van bastante a
nivel y no implican subir y bajar mucho. Esa es otra... después del ultimo
rogaine en el que acabamos con la sensación de haber subido y bajado como
burros, hoy le damos más importancia a este tema y lo primero que hacemos es
identificar la cadena montañosa principal, que atraviesa el mapa de sudoeste a
noreste, y 3 o 4 secundarias que también pueden dar por saco. Vamos enlazando
balizas sobre el mapa, dejando sin hacer unas 10 o 12 en nuestro planning
inicial.
A todo esto he pedido a la organización si disponían de un Sportident
(comentario para los no orientadores: no es una marca de pasta de dientes, es
esa especie de USB que llevas en el dedo para fichar en las diferentes balizas)
con más memoria del mío. El que tengo sirve para 50 balizas y normalmente me
basta, pero hoy que la carrera es más larga y hay un total de 63. Puede que nos vaya
justo. Pep Mayolas, uno de los organizadores de la carrera, nos confirma que mejor que lleve uno
con más capacidad y me deja el suyo, de lo cual le estoy muy agradecido. Por
otro lado, la manera como nos lo ha dicho me deja con la mosca detrás de la
oreja, preocupado de si no habremos sido conservadores dejando 10 o 12. Igual si
la cosa va yendo bien podemos ser un poco más ambiciosos...
Salimos
hacia el este para encontrar un camino que nos lleva rápido y bien a la 41. Pequeña
ida y vuelta y subida hacia el norte. El terreno pinta bastante abierto así que
cruzamos directo hacia la 39, encontrándola con alguna pequeña duda. La 64 cae
enseguida y siguiendo hacia el norte y atravesando nuevamente campo a través,
llegamos a la 94 apoyándonos en el recinto privado (verde pistacho...verde raro
digamos...). El siguiente objetivo es la 46 y Jaume sugiere tirar por el camino
bueno (línea negra continua) que nos queda al norte. Da algo de vuelta pero así
evitamos sorpresas y reposamos la mente un poco. La baliza queda a un lado en
medio de una bajada. Seguimos adelante, en descenso, hasta llegar a la parte
alta de Vilassar (o quizá esto era Cabrils, no sé...). Callejeamos tendiendo a
izquierda para acercarnos a la 88. Perdemos otro minutillo o dos para
encontrarla, pero nada grave. De momento todo va bastante bien. Es la séptima
baliza y acabamos de pasar de la primera hora. Es cierto que este trozo se prestaba
a hacer bastantes pero eso nos empieza a confirmar que igual no tenemos que
renunciar a tantas balizas como estaba previsto.
Seguimos
subiendo bordeando la parte alta de la urbanización hacia la 84, 8 puntos que
fichamos sin demasiados problemas. La idea es aprovechar el relieve para hacer
por lo alto de la carena la 43 y la 91, bajada a la 66 y de vuelta, llaneando, la 34. Todo resulta bastante sencillo excepto la 66, que encontramos con algo
de suerte después de bajar un tramo bastante técnico. Seguimos el descenso ya
dentro del pueblo callejeando hasta la 59 y volvemos a la dinámica ascendente
para ir a buscar la 82, al fondo de una vaguada. Deshaciendo camino, nos
dirigimos al extremo este del mapa por una red de senderos que aprovecha bien
las curvas de nivel. De esa forma nos acercamos a las balizas 65 y 35, que
atacamos por este orden desviándonos abajo y arriba del camino respectivamente.
El descenso hacia la 76 es bastante perdedor, por un camino que se desdobla
numerosas veces, lo que dificulta bastante el identificar sobre el mapa en qué
punto exacto nos encontramos. Eso hace que dudemos bastante a la hora de
encontrar el camino a la derecha que nos debe llevar a la baliza. Además, hay
bastantes rocas en la zona y se hace difícil identificar cuáles son aquellas en
las que está la baliza, según lo que indica la simbología que nos han
facilitado (un papelito que te dan con el mapa que da pistas sobre donde están
las balizas: en un árbol, en una roca, etc...). Tras 3 o 4 minutos de confusión
la encontramos en un rincón. Creo que fue la baliza que nos presentó mayores
dificultades de toda la carrera.
La
86, cae muy fácil junto a una curva del camino y ya más tranquilos, nos
dirigimos por una serie de pistas importantes hacia el pueblo (ni me preocupe
de saber cuál era) en cuya plaza está el avituallamiento y la baliza 96. Es
momento de hacer una reflexión. Llevamos 4h15 y hemos barrido poco menos de la
mitad del mapa sin dejarnos ninguna baliza (bueno, la 47 que queda colgada
cerca de la meta y hasta la podríamos hacer al final). Yo todavía me encuentro
bien físicamente y me noto inspirado sobre el mapa. El cuerpo me pide que
seamos ambiciosos. Prefiero pecar de eso que quedarme con la sensación de poder
haber hecho más. Pienso en lo que nos ha movido a hacer esta carrera, miro la
camiseta y me digo que quizá después nos pase factura, sobre todo a mí, pero
que hay que intentar ir a por todas. Así que, aunque en circunstancias normales
seguramente hubiésemos dejado las balizas 48, 69, 36 y 44, e hubiésemos ido
directos a la 68, planteo a Jaume la opción de hacer este bucle, trazando un
recorrido que gana el desnivel bastante progresivo. Para él, el físico no es un
problema, así que le parece bien y eso es lo que hacemos (48-69-36-44-68), llevándonos
este trozo más o menos una hora y cuarto.

Vuelve
a tocar subida... Desde la 49 cogemos la típica calle de urbanización con una
pendiente del 20%. Troto a pasitos cortos, por aquello de mantener una
frecuencia alta que camufle ante mi moral la falta de velocidad. Jaume se pone
a mi lado y me da la sensación de que se esfuerza por no correr más de la
cuenta por no sacarme de punto. La verdad es que creo que hoy estoy corriendo con
cabeza y estoy decidido a escuchar mi cuerpo y seguir mi ritmo. Es cierto que
en la subida desconecto un poco la orientación y la dejo en manos del compañero,
pero al llegar arriba me esfuerzo por reincorporarme al mapa y aportar mi parte
para atacar bien la baliza siguiente (81). No es difícil, nos planteamos bajar
campo a través pero no está claro, así que nos dejamos caer por la pista hasta
la baliza. Le pego un buen trago a unas garrafas de agua que ha dejado la organización.
Eso me hace ver que estoy en déficit de hidratación. Hay que poner atención a
eso...
Nos
vamos hacia la 79, con un trote que en el llano es menos alegre que hace un
rato. Se me hace largo... Fichamos la baliza, situada en lo alto de un cortado
enorme. Aquí, por primera vez, decidimos renunciar a una baliza, la 56. Nos
queda bastante apartada y yo voy viendo como mi ritmo va a ir bajando en lo que
queda de carrera. Nos vamos directos hacia la 98, en una subida en la que me
toca apretar los dientes. Me da la impresión de que necesito hacerlas subidas
caminando si quiero mantener una cierta frescura, tanto para el llano y las
bajadas como para seguir metido en el mapa. Le transmito a
Jaume mis sensaciones a Jaume. En la primera parte de la carrera, después de lo
emotivo de la salida y las circunstancias de la carrera, seguramente yo he
estado algo más fresco de cabeza y llevado más la voz cantante, pero ahora toca aprovechar su mejor estado físico
y psicológico. Al fin y al cabo es una carrera de equipo y saber gestionar este
tipo de cosas es determinante para optimizar el resultado.

Quizá
por haber comido, o simplemente porque me he estabilizado dentro de la fatiga,
noto que voy manteniendo el ritmo de caminar rápido en las subidas, trotar en
el llano y correr a un ritmo más decente en las bajadas, todo ello manteniendo
la cabeza en su sitio (aunque sin hablar demasiado). Me da todavía para contar
las curvas de bajada a la 74 y acertar con el sendero que da acceso a la
baliza. Solo quedan dos horas de carrera, empiezo a ver la luz.

Así
que deshacemos el sendero por el que hemos llegado y afrontamos otra subida que
me parece durísima, aunque una vez más intento hacerla de forma inteligente y
concentrado para seguir con la cabeza en el mapa y en la carrera. Se acaba la
subida y recupero el aliento camino de la 62, que está junto a unas rocas.
Seguimos bajando hasta una pista grande, la tomamos a la derecha y por un
sendero algo desdibujado llegamos a la 37. Un despiste mío camino de esta
baliza me obliga a prestar más atención y a dejar que Jaume localice la baliza,
ya que está más ubicado en el mapa. Pasada la 37 me recoloco y bajo mejor hacia la 83, que
identificamos gracias a varias rocas alineadas. Sigue la tendencia descendente
hacia la 85. Unos chavales que están haciendo botellón nos indican que está
dentro de la casa. Pues muchas gracias...
Llegamos
a una urbanización. Quedan 40 minutos. Yo voy cansado y a Jaume le empieza a
coger el "estrés de la última hora". Decidimos pasar de la 63, que
implica subir bastante., y callejear hacia la 58. No es fácil porque las calles
se ven muy pequeñas en el mapa, pero ahora tengo bastante claro por donde
pasamos y vamos acertando el camino. Llegamos a la baliza, junto a una cruz.
Jaume no ve claro llegar a la 42 y a mí la posibilidad de un final tranquilo después
de tanto esfuerzo me resulta irresistiblemente tentadora. Total que nos vamos
hacia la meta y ficharemos únicamente la 38.
Nos
relajamos algo mientras bajamos rodando a un ritmo relativamente ágil por una
carreterilla. Jaume me cuenta como fue Iñaki quien le introdujo en este mundo
de los rogaines. Creo que hemos hecho un buen papel, sin grandes fallos de orientación
y adaptando bien la estrategia sobre la marcha. Físicamente estamos
desequilibrados, pero creo que he hecho lo que he podido, la camiseta me ha empujado mucho y estoy contento con
mi gestión del esfuerzo. Aun yendo cansado, muy cansado en algunos momentos, he
sido capaz de mantener un punto de concentración y, aunque con algunos momentos
de lapsus, seguir aportando ideas al equipo. Hoy me hace especial ilusión
acabar con la sensación de que hemos hecho y he hecho una buena carrera, dentro
de mis limitaciones.
Nos
desviamos para fichar la 38 y 200 metros más allá llegamos a la meta. Nos
abrazamos, foto de equipo y me dejo caer en el césped, desfondado.
Bebo
un par de vasos de agua y nos vamos a descargar el Sportident para obtener la puntuación
final. De camino dejo a Jaume junto al pódium y las imágenes de Iñaki que ha
preparado la organización. Un momento emotivo en el que sobran las palabras...
El
siguiente rato es de confusión total por mi parte. No sé si descalzarme, si
subir al coche, si beber, si coger la mochila, si no... Realmente parece que
vaya borracho. Finalmente acierto a coger la mochila y dirigirme poco a poco hacia
las duchas. A la vuelta Jaume me espera con una noticia genial. Hemos ganado...
Bufff... se me pone la piel de gallina cuando escribo esto, al recordar la satisfacción
que sentí cuando me lo dijo. Es una tontería, pero en ese momento me pareció el
mínimo homenaje simbólico que estaba en nuestras manos.
La
ceremonia de entrega de premios fue muy bonita. Dura, pero sincera y emotiva, y
creo que reflejó bien lo que significaba Iñaki dentro del grupo Farra-O y para
los amigos que estaban allí presentes. Estoy seguro de que a Iñaki, o al
recuerdo de Iñaki que todos sus amigos tenían en la cabeza, en ese momento se
le dibujó una sonrisa.
Besos
y abrazos
P.D: Añado aquí un pequeño anejo con algún comentario técnico más. Hicimos un
total de 78 kilómetros en las 12 horas, con un desnivel positivo acumulado de
unos 4400 metros (un palizón, vamos...).
Zapatillas:
Scott Kinabalu, muy buenas sensaciones. Cómodas incluso cuando iba reventado,
ninguna molestia en los pies.
Mochila:
la Skin-5 de Salomon que me ha acompañado en tantas batallas.
Comida:
llevaba un par de kit kats, 8 quesitos de membrillo (que pringaron enormemente
el bolsillo de la mochila), 3 sobres de compota de frutas, y diría que ya está.
Después cogí cosas de los avituallamientos.
Hidratación:
la bolsa de 1,5l de la mochila.
Evolución de la carrera:
- Hora 1: 31 puntos (6 balizas)
- Hora 2: 43 puntos (7 balizas)
- Hora 3: 33 puntos (5 balizas)
- Hora 4: 34 puntos (5 balizas)
- Hora 5: 19 puntos (3 balizas, parada breve en el avituallamiento 96)
- Hora 6: 29 puntos (5 balizas)
- Hora 7: 30 puntos (5 balizas)
- Hora 8: 21 puntos (3 balizas)
- Hora 9: 30 puntos (4 balizas)
- Hora 10: 23 puntos (4 balizas)
- Hora 11: 23 puntos (4 balizas)
- Hora 12: 24 puntos (4 balizas)
Ahi os dejo el enlace de los resultados (con todos los parciales de todos los equipos solo para freaks...):
https://docs.google.com/file/d/0B_TEJWp1QPqnRTAza0pLbHQxY1U/edit
Ahi os dejo el enlace de los resultados (con todos los parciales de todos los equipos solo para freaks...):
https://docs.google.com/file/d/0B_TEJWp1QPqnRTAza0pLbHQxY1U/edit
Cosas
mejorables de la carrera:
-
Haber llevado mi portaleyendas porque no estaba la descripción en el mapa y tenía
que ir puteando todo el rato a Jaume para que leyeses el símbolo
-
De haber sido más ambiciosos de salida, quizá hubiésemos podido redistribuir
algo las balizas y optimizar. Por ejemplo hacer la 56 o la 36 entre la 94 y la
46, al principio. O la 48 y 69 antes de llegar al primer avituallamiento en la
96.
-
Al final de carrera hubiésemos podido hacer la 42 o la 32, con los 13 minutos
que nos sobraron. Ahora lo veo claro pero en ese momento la comodidad de la
meta hizo que no quisiera ni mirar la posibilidad.
Viene una temporada cargada de carreras y no se si habrá tiempo para algun rogaine más. Esperemos poder seguir con esta dinámica positiva en otoño!
Viene una temporada cargada de carreras y no se si habrá tiempo para algun rogaine más. Esperemos poder seguir con esta dinámica positiva en otoño!
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