viernes, 13 de mayo de 2016

Cursa de Muntanya del Voltreganés

A ver, que se me acumula la faena!!

Acabé en esta carrera por culpa de Mercé, una compañera del trabajo que es de Sant Hipòlit de Voltregà. Mi referencia de este pueblo viene del hockey sobre patines. Siempre me pareció curioso que un pueblo de 3000 habitantes (me he inventado el dato pero no irá muy lejos) tuviese un equipo en primera división y que jugase en competiciones europeas (esto también me lo saco de la patilla pero me suena que es así...).
Total, que en mi dinámica de buscar planes para los fines de semana y como me cuadraba con otras historias me la apunté en la agenda y aquí acabé este domingo por la mañana. Ambiente lluvioso, terreno mojado pero tregua meteorológica en el momento de la salida. Por delante 22km y unos 1100 metros de desnivel positivo. El tiempo del ganador del año pasado (1h57') invita a pensar en un recorrido relativamente rápido. La altura, entre 600 y 1000m implica terreno boscoso, raíces y piedra mojada.

Con menos descanso del que me gustaría me levanto a las 6:30 del domingo, con un día lluvioso que invita poco a correr por el monte. Afortunadamente antes de las 9 para de llover y al menos parece que no vamos a tener más agua que la que hay en el suelo y en las plantas. Salimos a las 9 en punto por un senderillo que recorre el fondo de una vaguada. Del resto de corredores sólo conozco a Quim, un chico con tatuajes de arriba a abajo que tengo visto de las dos ediciones que he corrido en Bastions. El panorama de salida es el siguiente: un tipo con camiseta azul oscuro (creo que ponía Esport Base o algo así) y unas Adidas que sale tirando fuerte; otro de rojo que sale detrás suyo pero me da la impresión que un poco demasiado acelerado; uno de azul con una mini-mochilita Ultimate; servidor cogiendo el ritmo; y detrás no le vi pero debía venir Quim porque apareció enseguida. El ritmo del de azul oscuro lo descarto rápido porque me quemaré. Me quedo más bien con el de azul claro y voy cogiendo el ritmo de respiración mientras la velocidad se tranquiliza un poco. El de rojo cede y nos quedamos en un grupillo de tres. Yo, como de costumbre, llevo más pulsaciones de las que debería. En un descansillo me pongo segundo, con el líder a unos 60-80 metros que van creciendo y cojo un bonito sendero entre el bosque pero a un ritmo poco alegre. Intento trotar todo, pero a veces tengo la sensación de ir parado. Al menos los de detrás no me adelantan así que no deben ir muy sobrados tampoco. Del primero ya ni rastro. Entre resoplido y resoplido voy echando vistazos a la izquierda sobre una Plana de Vic sumergida en una niebla lluviosa. El bucólico paisaje se complementa con un pasaje de lo más bonito por una bauma bajo la primera cima de la carrera. Voy más cansado de lo que me gustaría pero la verdad es que el recorrido me está gustando mucho. A todo esto he cambiado la compañía del de rojo y el de azul claro (que se han quedado atrás) por la de Quim. Un descansillo me devuelve algo de chispa para trotar razonablemente el último repecho hasta la cima, donde nos cantan 30 segundos de diferencia con el primero, y una bajadita traicionera por roca mojada nos deja en el primer avituallamiento. Allí me encuentro a Mercé, que ya me había avisado que estaría allí haciendo sonar un cencerro (que por su tamaño debió pertenecer a alguna vaca del Jurásico).

Entre que no hace sol y que he cogido algo de chispa, paso de largo y prefiero ganar algo de distancia y hacer que el que me siga tenga que apretar un poco los dientes. Viene un tramo bastante llano entre el bosque, por un sendero bonito y entretenido. Alargo la zancada buscando ya esa fase posterior a mi ya clásica crisis inicial. El único que viene es Quim. Bueno, a ver si consolidamos la posición de podium... Todavía sin sensaciones súper, supero algunos repechos en los que tengo la sensación que mi compañero me va a pegar un hachazo en cualquier momento. No acaba siendo así y llegamos a la primera bajada importante. Piedra bien mojadita y barro, no precisamente mi terreno. Aún así, noto que la cabeza está en su sitio y me deslizo de forma bastante ágil y controlada. Pensaba que Quim me iba a pasar pero veo que hasta pierde algo de terreno y de repente dejo de oirlo detrás mío. Animado por ello gano confianza y acelero aún un poco más hasta el final de la bajada. De ahí las marcas (muy bien marcado, por cierto) indican a la izquierda por un tramo llano. Sigue mi mejoría física y me encuentro bien así que alargo la zancada por un sendero que serpentea entre los árboles. Pero los árboles tienen raíces y una de ellas resultó estar escondida entre las yerbas justo donde fue a parar mi pie y además resultó estar orientada de lado de forma que tal como apoyó, mi pie deslizó por la superficie mojada sin ningún impedimento. Iba rápido, así que vi acercarse el suelo rápido también... En fín, una ostia de las buenas. Afortunadamente había bastante hierba y el terreno estaba blandito, así que una rascada donde la espalda pierde su casto nombre y poca cosa más. Arriba y a seguir... Poco más allá llego al segundo avituallamiento (km9). Aquí cojo un vaso de Aquarius y me llevo un trozo de plátano que me como en los primeros metros de la subida posterior. Cojo un trote suave que mantengo hasta que el sendero se pone realmente empinado, momento en el que echo las manos a las rodillas y tiro de riñones para arriba, a un ritmo que me parece aceptable. Revueltas y más revueltas y llego arriba sin rastro de nadie por detrás. Mi dinámica es positiva así que siento que se consolida la segunda plaza. Del primero ni rastro. Las marcas van ahora por un tramo de unos 500m de pista medio asfaltada. Me encuentro un tío que me dice que el primero va a un minuto. Bueno, ya veremos. De momento me tomo el gel que llevo y afronto un último repecho antes de que las cintas indiquen un desvío a la derecha, donde debería empezar el largo tramo de descenso entre los kms 11 y 17. Empiezo la bajada y de repente oigo pasos detrás: Quim. Joder, yo uqe pensaba que se había quedado... Mientras llega acelero un poco, para que al menos no me saque las pegatinas, pero se queda detrás de mí y seguimos bajando juntos a buen ritmo. Me dice que tiene el estómago chungo y que se ha parado a soltar lastre (de ahí que se haya quedado antes). No os negaré que mi orgullo queda un poco herido... Yo que pensaba que lo había soltado por patas... Pues no...

Y vamos bajando, por un senderillo muy entretenido en el que se ha de estar muy concentrado. Tras un primer tramo más técnico salimos a un avituallamiento (donde cojo otro vaso de Aquarius y más platano) y seguimos por terreno más amplio donde se puede correr de lo lindo.Habíamos quedado que este era mi terreno y realmente me noto rápido, pero parece que Quim me sigue sin problemas. Siempre detrás pero sin soltar ni un metro. Pues nada, tiene pinta que nos la jugaremos al final. El descenso tampoco es en picado, sino que es de esos de ir empujando, con tramos llanos y pequeños toboganes. Miro el reloj y van pasando los kilómetros, 15, 16, 17… Pronto llegaremos al tramo decisivo. Tras un recodo del valle salimos al último avituallamiento. Yo paso de largo y Quim para un momento. Bueno, a ver si con ese esfuerzo extra le saco algo. Cruzo un río y empiezo la última subida al trote mientras Quim me vuelve a alcanzar, más rápido de lo que me gustaría. De repente veo un corredor en lo alto de la montañita que tenemos enfrente. Tiene que ser el primero. Hay una carrera de 12km pero diría que salían más tarde y no llegábamos a mezclarnos… Venga que no está tan lejos. Tomo una referencia mental y me da la sensación de que nos lleva un minuto. El repecho es duro y tiene tramos de roca mojada por donde trepar es realmente complicado porque las zapatillas resbalan. Siempre por delante de Quim acabo saliendo a la cima y troto un poco para ver si tenso la cuerda. Nada, no hay manera, no lo suelto ni a palo. Se nota que vamos picándonos más y más. Una bajadita asfaltada lleva a un último avituallamiento que no tenía controlado. Veo a un corredor que sale del avituallamiento. “Mita’l” le digo a Quim. “Vols dir que és el primer?”… “Si, si, segur”… Coño, la camiseta es parecida almenos… 
Damos una vuelta de tuerca y aceleramos de nuevo. Quim se ha animado, me pasa y se pone a tirar a cañón. Joder… casi me arrepiento de haberle espoleado. Vamos avanzando por terreno de pequeñas subidas y bajadas pero rápido… O almenos Quim va rápido, y yo detrás apretando los dientes como puedo. De repente aparece nuestro predecesor unos metros por delante. Mierda… No es el primero, lleva otra camiseta… Es un corredor de la carrera corta. “Osti, ho sento, no és el primer…”  le digo a Quim… “Ja m’ho semblava, ja”… Pero nosotros ya vamos lanzados. Bajamos a toda pastilla cruzando el camino de la primera subida y subimos por un camino que flanquea hacia un espolón rocoso. Tenemos la meta abajo a la izquierda, a no más de un kilómetro. Empiezo a perder contacto con Quim por momentos. Se me va 10 metros, aprieto los dientes, recupero, se me vuelve a ir… Salimos al espolón y yo voy al límite. El camino baja por varios escalones rocosos donde se ha de saltar. Mi compañero va más ágil que yo y se me va unos metros a la que la cosa se pone técnica. En el último de estos escalones veo que si me lanzo a lo loco el tortazo va a ser serio. El cansancio también hace que ceda más fácilmente a la precaución y Quim desaparece tras una curva. De nuevo en terreno menos técnico intento alargar de nuevo la zancada. Se abre la vegetación y Quim está a 20 metros. Aprieto los dientes de nuevo, cruzamos una vaguada, otro espolón y vamos hacia un puente. La meta está a 100 metros a la derecha. Quim se gira y me ve, 15 metros. Cruzo el puente y aprieto como loco sin guardar nada…. Me acerco, me acerco… Pero no hay tiempo. Quim cruza el arco y yo llego un segundo después casi atropellándolo mientras se para. Bueno, lo hemos luchado y ha sido divertido!


Resultado final: Primero Xavi Sales, que nos ha sacado 1’40’’, detrás nosotros con 1h56’ pelada, así que contento con el ritmo para estos 22km por terreno rápido pero físico. Detrás nuestro un hueco considerable de 8 minutos hasta el 4º clasificado.
Un buen entreno de calidad y un recorrido muy bonito en una zona que no conocía. Poco más se puede pedir!
Besos y abrazos

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