Después de la trilogía por tierras lejanas, ahí va un cortometraje cerca de casa...
Como ya he hecho un par de veces, he aprovechado la visita a casa para participar en otra de las pruebas de la Lliga Catalana de Rogaine, formando equipo nuevamente con Jaume. La carrera se celebró el domingo por la mañana y fue más o menos así...
No me haré pesado repitiendo la intro de cada carrera de orientación. Ya sabéis, Rogaine, un plano, 45 balizas con sus puntuaciones, apáñatelas para sin pasar de 6 horas hacer el máximo número de puntos posible. La salida es a las 9 y quince minutos antes nos dan el plano. Sant Bartomeu del Grau (donde está la salida y llegada) está más o menos en el centro, así que dividimos en cuadrantes para ver cuantos puntos hay en cada lado. Empezando por el noroeste y en sentido horario son 30, 99, 96 y 50. Descartamos la esquina superior izquierda pues. En el extremo norte las balizas están bastante juntas y hay un 9, empezaremos por ahí e iremos bajando por la parte este. Planeamos un par de puntos (balizas 57 y 80) para corregir el itinerario según el tiempo que llevemos. Parece que hay bastantes caminos por todos lados así que en principio el terreno va bien para nuestras características de más pata que orientación.
Y allá que nos vamos! Hemos escogido salir hacia la 30, porque no había camino directo a la 84 y así rascamos 3 puntillos para calentar. Un trozo de carretera, pistilla y muy fácil. A la salida, hacia la 84, nos encontramos una valla incómoda para cruzar un campo (será una constante toda la carrera, y no están marcadas en el mapa así que es una lotería). Bajada empinada hasta una vaguada y por una serie de senderillos (muy marcados en el terreno, más de lo que parece en el mapa) y un último repecho fichamos los 8 puntos de la 84. Seguimos rumbo norte por pista hacia la 63 y atravesamos campo a través por terreno no demasiado cerrado hasta la baliza y salimos pitando hacia la 72 que se encuentra fácil por pista y bajando un espoloncillo hasta un árbol caído. La siguiente parada es la 50, hasta donde tenemos un trozo de rodar por pista llana donde podemos anticipar las próximas balizas. La 50 está un pelín escondida pero perdemos más de un minuto dando vueltas por ahí. Atravesamos hacia el camino que está justo al noroeste y giramos a la derecha en dirección a la 90, que resulta hallarse en un balconcito justo encima de una poza muy bonita que forma el río. Deshacemos el camino y por otro senderillo que llanea llegamos a la 52, todo por camino. No llevamos ni una hora y ya hemos hecho 43 puntos en 7 balizas. La cosa va muy bien.
Pequeño descenso por bosque y sendero algo más perdedor, en dirección este para ir a buscar la 73. Se llega por pista plana que tiene la pequeña putada de tener algún charco no salvable, así que pies en remojo y adelante. La baliza tambien esta colocada estrategicamente para que metas los pies en el río. Pues nada, no hay dolor. Viene ahora un trozo de pateo largo en subida, rumbo a la 85, por una pista que pica, hasta coger un sendero que llega a una ermita y de ahi un ligero descenso hasta un mirador espectacular sobre yoda la plana de Vic. Me empiezo a dar cuenta de un problema que será la tonica general del dia. Si yo estoy al 90% y Jaume al 50%, el equipo está más o menos equilibrado físicamente como el otro día en la Llacuna. Si los porcentajes son al revés, el afinando para carreras importantes próximamente y yo con el recuerdo en las piernas de los 180kms del otro día, yo acabo yendo más tieso que la mojama. Esas sensaciones me van invadiendo camino de la 85. El día va a ser duro... siSiguiente objetivo, 62, siguiendo un sendero a nivel y buscando en una zona de pequeñas cárcavas. Nueva tirada larga por pistas hasta la 86 y vuelta en ascenso hacia la 75. Empiezo a cometer fallos de orientación fruto del cansancio así que Jaume toma la delantera. Más subida y cada vez menos aire hasta la 61, que se resiste un poco. Acabamos de pasar las 2h (36 puntos la segunda hora) y salvo un par de balizas quecse han resistido un pelín, tengo la sensación de que, aún a mi ritmo, estamos en condiciones de ganar.
El terreno llano que conduce a la 46 me devuelve el aliento, las ideas y el sentido de la orientacion. Vamos a buscar la 68 en una pequeña ida y vuelta para después dirigirnos a la 32 y entrar en la zona sudeste del mapa. Pateo largo en descenso, donde me empiezan a hacer daño los pies, nada serio, simplemente relacion poco amistosa pie-zapatilla. Despuea de cruzar la carretera, un par de campos y mas vallas, encontramos la 57 en lo de un montículo. Mas pista hasta la 83 y lo mismo hacia la 60, nuevamente en subida. Nos despistamos un poco en esta baliza, con un equipo que parece que la esta buscando pero los cabritos ya la han fichado y nos despistan. Al final la encontramos metida en una cárcava bastante escondida. Ecuador de la carrera y hemos vuelto a hacer 7 balizas durante esta tercera hora. Es momento de hacer un replanteamiento y, visto que llevamos buen ritmo a pesar de mi cansancio, decidimos ir a por el bucle de 22 puntos (balizas 55, 91 y 82) de la esquina sudeste del mapa.
Caminamos un poco en un trozo de subida para comer algo, aunque Jaume no tiene piernas sino zancos y mientras intento seguirle llevo el bollo de crema atravesado en la garganta. Por fin llegamos a lo alto de la montaña y encontramos la 55 en un primer montículo y la 91 en otra cima 500 metros más allá, donde encontramos bastantes excursionistas y unas vistas impresionantes, tanto del Pirineo como de la Plana de Vic. Nos lanzamos por un senderillo. Hace rato que las zapatillas me molestan cosa fina y me duelen los pies. Ningún punto concreto, sino malestar general al impactar con el suelo. Mi relación de amor-odio con las C-Lite se está desplazando hacia el lado negativo. Un trozo de pista nos lleva junto a la 82, donde aprovechamos que sale otro equipo para ubicar más fácilmente la baliza. Todo lo que baja tiene que subir y me toca otra vez apretar los dientes con un trote poco ágil camino de la 43, a la que acabamos llegando por una zona de tala de madera y una pequeña vaguada. Unos metros más abajo, hacia el noroeste, cogemos una pista donde mis pies vuelven a protestar y a ellos se añaden los abductores que me empiezan a recordar las recientes aventuras por el desierto. En una curva del camino sale una zanja donde acabamos encontrando la baliza 74. Salimos hacia la 33 mientras llegamos a las 4 horas de carrera.
Ahora que veo el mapa me doy cuenta de que dimos un rodeo estúpido por caminos al este en lugar de atravesar casi recto hasta una carreterilla que nos deja al lado de los fáciles 3 puntos de esta baliza. La 40 es el siguiente objetivo, y para llegar tenemos que subir una fuerte cuesta hasta la parte alta de una montaña, donde encontramos la baliza a 5 metros de nosotros... y con una valla en medio. La saltamos y me quedo colgado de la valla con la camiseta enganchada. Me peleo con valla y camiseta en una imagen que debió ser bastante cómica, aunque afortunadamente nadie la vio porque Jaume se había ido a responder una llamada urgente de la madre naturaleza. Una vez resueltos nuestros respectivos problemas fichamos en la 40 seguimos subiendo (nunca dejamos de subir cojones...) hasta un colladito al otro lado del cual bajamos hacia la 80, en un bonito espolón. Atravesamos unos metros campo a través y empalmamos bien con un camino, después una pista ancha y un sendero amplio que nos lleva hasta la 66, algo traicionera porque la línea eléctrica que debería aclarar la ubicación de la baliza no es fácil de ver. 4h40 de carrera, mis fuerzas justas, pero hasta ahora hemos acertado prácticamente todas las balizas, ningún error importante e, incluso a mi ritmo, creo que llevamos un ritmo de puntos con garantías para ganar. Toca decidir como planteamos este final... Y aquí empezó la debacle...
La duda está entre ir directos a la 35 o pasar antes por la 44. Jaume me deja la decisión a mí, que soy el que voy justo de fuerzas y finalmene decido ir a por la 44. Primer error garrafal. Al llevar el mapa doblado no me doy cuenta de que la baliza está muy cerca de la meta y sería perfecta para ficharla de vuelta hacia la meta, al final y no ahora. Requiere pateo pero la baliza es fácil. Volvemos hacia la 35 mientras suenan las 5 horas de carrera. Carretera y pista nos dejan en la baliza. El plan óptimo para acabar es hacer 81, 70, 45, 64, 31. Vamos a por la primera de ellas por una serie de caminos en descenso que están algo más cerrados que en otras zonas del mapa. La baliza está cerrada por un cortado justo al este, así que decidimos atacar desde el norte. Llegamos al fondo del valle y seguimos el río. Ahí llega mi segundo error garrafal. Le digo a Jaume que la baliza está a la izquierda. Él me dice que está más adelante, pero yo estoy convencido de que estamos ya al lado y tiene que estar en la vaguada de enfrente. Confiado, me meto hacia allá. Jaume me sigue y nos empezamos a meter por zarzas que dificultan el avance. Llego a la vaguada y la baliza no se ve por ningún lado. Jaume me enseña el mapa e insiste en que está más adelante. Miro el mapa y descubro avegonzado que tiene toda la razón y que estamos perdiendo unos minutos preciosos. Con el rabo entre las piernas admito que debemos volver atrás, comiéndonos las mismas zarzas que al venir. Recuperamos el sendero y seguimos adelante por el valle, encontrando finalmente la baliza. Fichamos y deshacemos el camino, yo bastante desmoralizado por el error anterior. Se me hace muy largo todo este tramo rumbo a la 70. Se hace tarde, faltan menos de 20 minutos, no podremos hacer las otras 3 (45, 64 y 31). En medio de la nebulosa que llevo en la cabeza fruto del cansancio, se me empieza a pasar por la cabeza ignorar la 70. Llegamos al desvío, la baliza está a poco más de 200 metros. Lo hablamos rápido y yo sugiero seguir adelante, pensando que vamos a buscar las otras tres a cambio. Seguimos pues, pero cuando llegamos al punto en que tocaría girar a izquierda para buscarlas, Jaume me dice, probablemente con razón, que no da tiempo y que hemos de volver directos. Eso significa que la decisión de no ir a la 70 (que nos hubiese costado no más de 3 minutos) ha sido un tercer error garrafal. Dándome cuenta del cúmulo de despropósitos sigo adelante, ya sin mirar el mapa, cada vez con menos energías y sólo siguiendo a Jaume. Voy muy pesado de piernas, muy cansado, a duras penas puedo trotar, y el terreno sigue subiedo. Algo de camino, atravesamos un campo, más camino y carreterita de asfalto donde voy a un ritmo lamentable. Pasamos junto a la 44, que nos mira desde arriba riéndose a carcajada limpia y recorremos el último kilómetro hasta meta, Jaume delante y yo siguiendo como puedo a unos metros. Llegamos a meta con 6 minutos de sobras, lo cual me ratifica que había tiempo de sobras para hacer la 70. Estoy totalmente decepcionado, por haberme encontrado tan pesado, por haber llegado tan cansado al último tramo y sobretodo por los errores tácticos de la última hora. La guinda del pastel llega cuando descubrimos que el equipo de Pep Mayolas y Sebastià Massagué, han hecho 191 puntos, 5 más que nosotros. Así de decisivos eran esos 7 puntos de la 70...
Sección de excusas:
- Quiero pensar que los 178kms de hace poco más de dos semanas me han pasado factura. Esta semana pasada ya había hecho un par de entrenos decentes, pero menos exigentes que lo de hoy.
- Supongo que los cuatro o cinco días que estuve con gastroenteritis a la vuelta tampoco ayudaron, sea para volver al entreno, sea para recuperar la alimentación.
- Las zapatillas definitivamente me resultan muy incómodas y eso ralentiza el ritmo en las bajadas, donde normalmente aunque vaya cansado soy capaz de llevar un ritmo decente (tocará probar otra cosa en la próxima, no sé el qué, porque llevar zapatillas nuevas por las zarzas de la orientación me da como palo...)
Y ahora me dejo de cuentos e intento hacer un análisis útil.
Sección "una vez visto todo el mundo es listo":
Si miramos los puntos por hora la cosa queda así:
1ªhora: 43 pts (7 balizas)
2ª hora: 36 pts (5 balizas)
3ª hora: 38 pts (7 balizas)
4ª hora: 33 pts (5 balizas)
5ª hora: 25 pts (5 balizas)
6ª hora: 11 pts (2 balizas)... ni España en Eurovisión...
En mi opinión el punto clave es la decisión de ir a fichar la 44 después de hacer la 66. Hubiese sido mucho mejor ir directamente a la 35, para después seguir a 81, 70 y ahí con el tiempo ahorrado y aún suponiendo que hubiese cometido igualmente mi otro error en la 81, probablemente hubieramos tenido tiempo de volver por las balizas 45, 64 y 31 (muy bien conectadas por caminos y cerca de meta) con lo que hubiéramos ganado 16 puntos respecto de nuestra puntuación real. En el peor de los casos hubiésemos tenido que volver por la 44 (fichándola al final), pero sin duda teniendo tiempo de hacer la 70 (que de hecho tuvimos tiempo igualmente, pero al no entender bien por dónde volvíamos sugerí continuar sin hacerla).
Otro factor importante fueron mis fuerzas. Esta carrera me ha servido para darme cuenta de que es importante gestionar el ritmo mejor. La frustración de ver que el compañero va mejor que tú hace que te cebes y eso trae consecuencias tanto físicamente como a nivel de claridad de ideas.
Eso me lleva a otra cuestión, que es uno ha de saber identificar cuándo no tiene las ideas claras, aunque a veces estemos convencidos de lo contrario, y ceder la voz cantante al compañero. Eso hubiese evitado el error de la 81, el error de no ir a la 70 y dado más tiempo para volver por 45, 64 y 31.
En cuanto a estrategia general, puede ser útil comparar con la seguida por el equipo ganador, Pep Mayolas y Sebastià Massagué. Ellos salieron hacia el este y aprovechando la tendencia descendente para hacer nada menos que 8 balizas y 50 puntos la primera hora hasta la 83. A partir de ahí su itinerario coincide con el nuestro hasta la 44 (que ellos pasan a las 3h20'). De ahí rodean la meta por el oeste siguiendo una serie de balizas más juntas (45, 64, 31, 30) y se van a la zona norte desde la esquina noroeste, llegando a la 90 y volviendo más o menos en sentido inverso por el camino en que nosotros empezamos. Visto este recorrido, me da la sensación de que aprovechan mejor zonas de balizas más juntas y conectadas por caminos relativalmente rectos (a nosotros quizá nos penalizan algo los tramos largos entre balizas de la segunda hora en la zona noreste) y sobre todo me da la sensación de que su recorrido se adapta mejor a los desniveles, que intenta seguir tramos más planos. En pocas palabras, que hacen menos distancia y sobre todo menos desnivel acumulado.
Fin del rollo. Supongo que aparte de Jaume (Jaume diga'm que tu no has abandonat...) los demás habéis dejado de leer hace rato todo esta parrafada que seguramente sin haber hecho la carrera e interiorizado el mapa, no se entiende nada de nada. Pero por lo menos a nosotros igual nos sirve para intentar mejorar algo de cara a la próxima carrera.
A ver qué tal se dan las próximas carreras y si recupero un poco la buena onda, aunque sin agobiarse, que al fin y al cabo los objetivos principales están en verano, más aún ahora que se ha confirmado la inscripción para el Tor des Geants, la segunda etapa del proyecto 7 Ultras 7 Continentes.
Besos y abrazos
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